Sería muy conveniente que, para ambientar este tema, pusiéramos una buena galería de retratos -estoy pensando en los del Greco- de hidalgos y caballeros. En esos rostros está quintaesencia España. La en otrora austeridad española, vestida de negro, consciente de la dignidad de su sangre, tesoreros de ejecutorias, orgullosos de sus blasones, de su árbol genealógico, piadosos... El hidalgo es uno de los tipos humanos más logrados de todo el universo.
Mariano Sáez Gámez piensa -así lo escribió en "Hidalguías de Jaén" (Instituto Salazar y Castro, 1979) que: "terminada la Reconquista, su decadencia [la de la hidalguía] es notoria hacia 1500, viéndose los hijosdalgo obligados a nutrir las filas de los tercios imperiales o a pretender cargos de la administración civil, todo como medio de escapar a una situación a que las más de las veces se veían empujados por su estado de pobreza mejor o peor disimulada".
No comparto que hacia 1500 se hiciera notar la decadencia de los hidalgos. Más bien, la decadencia de la hidalguía se puede fechar a mediados del siglo XVIII, constatándose la desaparición de los hidalgos a consecuencia de las políticas fiscales de la administración borbónica.
Sí que comparto con Sáez Gámez la precisión que el mismo estudioso hace sobre los dos tipos de hidalgo, me explico: el hidalgo urbano y el hidalgo rural.
En el "Buscón" nos pinta Quevedo un grupo de "hidalgüelos" asociados por su miseria, formando prácticamente una cofradía de pícaros. Con antelación, el Lazarillo nos había presentado al pobre escudero de la casa sin alhajas al que su mozo Lázaro tenía que llevarle lo que mendigaba el mozo para yantar. Son caricaturas de un modelo de hidalgo que, según Sáez Gámez, pertenecería al ámbito urbano. Allí lo tuvieron que pasar peor.
En cambio, "en los pueblos de corto vecindario el hidalgo solía ser del corte de aquel don Diego de Miranda, o como aquel otro, rústico y erudito a la vez, que Pereda nos retrata en "Peñas arriba", que lo mismo viste blusa y calza zuecos para realizar las más campesinas faenas, que se adorna con las galas de cortesana levita; el señor de la Torre de Provedaño".
Pienso que sería muy oportuno, para ambientarnos, ir poniendo una galería de retratos -pienso en los del Greco. He intentado pegar alguna que otra imagen, pero en balde ha sido.
Un saludo, señores hidalgos.
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