Viaje de Turquía, de Pedro de Urdemalas (8): La fuga de Pedro. Los monasterios griegos. La Ortodoxia
By AMDG on Mayo 9th, 2009 | 1 Comment »
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Sigue una descripción del Monte Sancto, una de las tres penínsulas de xxx en que hay muchos monasterios ortodoxos, entre ellos el famoso Monte Athos.
P. 258:
JUAN.-¿Qué es Monte Sancto?
PEDRO.-Un monte que terná de çerco quasi tres jornadas buenas, y es quasi isla, porque por las tres partes le bate la mar, en el qual hay veinte y dos monasterios de fraires desta mi orden, y en cada uno doçientos o tresçientos fraires, y ningún pueblo hay en él, ni vive otra jente ni puede entrar muger, ni hay en todo él hembra ninguna de ningún género de animal; a este monte son sus peregrinajes, como acá Santiago, y por eso no se echa de ver quién va ni viene tanto por aquel camino.
Lo de hembras de ningún tipo de animal me da que pensar. Malpensar, digo. Pero, dejando a parte las bromas, la sensación que da la ortodoxia es de cristianismo estático, anclado en el pasado, casi cristalizado.
p. 281:
MATA.-¿No será mejor a repique de campana?
PEDRO.-En todo el imperio del Gran Turco no las hay ni las consiente. Unos diçen que porque es pecado; mas yo creo a los que diçen que, como hay tantos christianos, teme no se le alzen o le hagan alguna traiçión; porque el repique de campana junta mucha jente: ni órgano tampoco no le hay en ninguna iglesia, que con trompetas se dize en Constantinopla algún día solemne la misa.
Esta misma canalla quiere imponer entre nosotros los alaridos del almuédano.
Sobre el bautismo y la Eucaristía
p. 284:
JUAN.-Y en el sacrificar ¿en qué difieren de nosotros?
PEDRO.-En el baptiçar diçen que somos herejes, porque es grande soberbia que diga un hombre: Ego te baptizo, sino Dulos Theu se baptizi: el sierbo de Dios te baptiza. Yo, hablando muchas vezes con el patriarca y algunos obispos, les deçía que por falta de letrados estaban diferentes su Iglesia y la nuestra romana; porque esto del baptismo todo era uno dezir: Yo te bautizo en el nombre del Padre, etc. y El siervo de Dios te baptiza. No echan el agua de alto, sino tómanle por los pies y zapúzanle todo dentro la pila. En la misa no hay pan senzeño, ni curan de hostia como nosotros, sino un pedaçillo de pan algo creçido. Las mugeres que lleban pan a la iglesia para ofresçer hazen una cruz a un lado del panezillo, para que de allí tome el sacristán para sacrificar, y en un platico lo tienen en el altar. La casulla es a manera de manto de fraire hasta en pies, con muchos pliegues; no le verán deçir la misa, porque el altar está detrás de una pared a manera de cançel con dos puertas a los lados. El saçerdote sobre la una diçe la Epístola al pueblo, y muchas orationes que nuestra Iglesia diçe el Viernes Sancto, ellos en todas sus misas las tienen. En la otra puerta diçe el Evangelio. El credo y el pater noster no le diçe el saçerdote, sino un muchacho a boces en medio de la iglesia.
p. 285:
JUAN.-¿Qué causa dan para que se ha de sacrificar con pan levado?
PEDRO.-Porque el pan sin levadura es como cuerpo sin ánima, y habiéndose de convertir en Christo aquéllo, no puede si no tiene ánima. Son todos una jente quasi tan sin razón como los turcos.
Qué poco talante.
p. 285:
JUAN.-¿Qué renta tiene?
PEDRO.-La que tubiesen muchos perlados de acá; solamente aquello que por su persona allega pidiendo seis meses del año limosna en cada pueblo; es verdad que se lo tienen allegado, pero conviene ir en persona; lo que estando yo allá cada año allegaba eran treze mill ducados, de los quales daba ocho mill al Gran Turco de tributo porque le dexe tener la fe de Christo en peso y hazer justiçia en lo eclesiástico; y de los çinco o seis mill ducados se mantiene a sí y a los otros dos patriarcas.
Aviso para navegantes. Y más:
p. 286
JUAN.-Y los clérigos ¿qué renta tienen? ¿Hay canonicatos o dignidades como acá?
PEDRO.-Ni aun benefiçios tampoco; no penséis que es allá la sumptuosidad de las iglesias como acá; son pequeñas, como cosa que está entre enemigos, y herédanse como cosa de patrimonio; es como hay acá çiertas abadías en ermitas o encomiendas de Sant Juan. Tengo agora yo esta iglesia como cura della; tomo quatro o seis papas que me ayudan, y parto con ellos la ganancia toda que los perrochianos me dieren, que es harta miseria, si no tienen otras cosas de que se sustentar ansí el cura como los otros.
Y a mandar que para eso estamos. Y poniendo buena cara, y agradeciendo la tolerancia.
Categories: Historia, Libros
Tags: Pedro de Urdemalas, Viaje de Turquía
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