Bueno, tanto como perdón, disculpas es suficiente.... Aunque pensandolo mejor, le perdono si me envia de regalo un libro sobre la Armada. Así nos aseguramos que yo no haga redundancias.
( Es broma)
No tengo el libro en papel de las Ordenanzas Reales, sino en la tablet, y me salio gratis, hace unos meses. Creo ubicarlas en Carlos IV. Es un compendio que regulaba todo: anotando los vivieres, lo que se consumía al mes, los enfermos a bordo, cuando y cómo se encendia las luces.... No está mal. El tomo I, no lo tengo. Por cierto, me parece horrorosa la imagen de Neptuno encuerado con ese tridente al lado de tantos símbolos. Mire la segunda página, ese dedo de esa señora
(ni idea quién es) señalando los barcos entre las columnas de Hercules ( que son españolas, por cierto, aunque nos hayan robado un trozo); y ese sol dn el corazón.... Cosas borbonicas, ilustradas afrancesadas. Ósea, feas.
La otra imagen la tenía, por la curiosidad sobre José de Mazarredo Salazar, que por cierto, no se por qué ponen Joseph.
Si nació en Bilbao.
La marina española, ya que me he referido a 1973, al XVIII, es muy curioso, como ya desde años anteriores, se la dejó arruinar, y no fue por la mala situación por perdidas bélicas. Fuerzas como: Ángel de la guarda, Don Pelayo, Mejicano, San Juan Bautista, Santa Isabel, San Pedro Apóstol....Abandonados. Demencial.
Que ciertamente hubo un florecimiento en lo que llaman la ilustracion marina, también. Pero es que cada siglo en España, ha tenido inmensos hombres del mar, en el marco ideológico que hubiese, en resultas no sólo de gloriosas batallas o hasta en derrotas gloriosas, sino en el ámbito cientifico, tecnológico.... Y estas cosas en unos tiempos en que la vida y el trabajo desde la mar, era de gran riesgo, sacrificio, de mucho valor, mejor equipo y un trabajo incansable.
Quizas todo comenzase en esos cascarones que marcharon a las Indias, Dios estaba con los españoles, porque sino, no es posible entender como pudieron arribarlas....Pero esto, ya no es adecuado, ahora son todo casualidades de la vida junto a tenacidad y arrojo.
Ah! Y Cesáreo Fernández Duro no recuerdo que utilizase la redundancia. A este sí lo tengo en papel. Si le gusta el tema, lealo. Es una delicia, yo le recuerdo el "deje" costante como profesional en su narrativa. Daba muchos datos, y tanta historia, a veces no la ubicas. Pero es muy bueno.
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