De este sujeto, el tal Sánchez, se pueden decir muchas cosas, casi todas negativas y es que no da una. Lo único que sabe hacer bien es agarrarse a un sillón que gracias a las rarezas de este régimen le permiten lograr a través de una multitud de vericuetos más o menos legales, cuando no alegales. Lo cierto es que está donde está no porque lo haya elegido una mayoría, que sólo y por poco logró en su propio partido, sino por una de esas rarezas, frikadas políticas, a las que nos tienen acostumbrados y que deberían estar prohibidas por ley orgánica cuando menos, aunque lo preferible hubiera sido que constitucionalmente.

Su actual situación es de total y absoluta precariedad, por mucho que su siervo de la gleba Tezanos se empeñe en engañar a todos a través de ese organismo público llamado CIS que pagamos todos y que esta banda de delincuentes institucionalizados han convertido en instrumento a su servicio exclusivo, algo muy característico de las dictaduras y los regímenes totalitarios. Por tanto, este sujeto, no debería haber hablado ante la Asamblea General de la ONU, ese organismo hoy que es un ectoplasma fantasmagórico de lo que fue en su fundación, por una razón de mínima prudencia, porque este sujeto ya no representa realmente a nadie, sólo está en funciones porque el Estado no se puede paralizar por el jueguecito electoral. Pero, como no distingue una castaña de nada, y así hemos asistido a momentos para las historietas de Mortadelo y Filemón, cuando tomando a chirigota el protocolo, se puso -parienta incluida-, junto al Jefe del Estado y señora en el besamanos, y hubo de ser un ujier..., ¡un ujier!, quien lo sacase de tal ridícula situación. Recientemente se situó en posición de una preeminencia que no le correspondía en un acto militar, preeminencia reservada al Jefe del Estado. Luego ha abusado hasta la saciedad del avión y el helicóptero, que son instrumentos para ciertas cuestiones nada m,ás y no para que se vaya de turismo cada vez que sale del complejo monclovita. Pues no tiene nada de raro, aunque lo sea, que el pájaro haya piado ante esa Asamblea General. Y ya que lo ha hecho, al menos podría haber sido algo más prudente en sus palabras y no soltar una barbaridad detrás de otra, pues es a España a quien se supone que representa (desde luego a mi no, yo le niego tal representación, no en mi nombre), pero este chaval no sabe por donde se anda.

Y voy a hacer un vaticinio que no es la primera vez que lo hago. Pese a las apariencias, va a ser Franco quien inhume políticamente a este indeseable, al tiempo. Estoy deseando que llegue el 11-N para saber en qué queda todo este berenjenal que este país con tan excelso populacho es incapaz de ordenar y poner en marcha con normalidad.

Mientras tanto ahí va un aperitivo al discursito del patán. No se puede ser más gilipollas ni entrenándose y por un puro ejercicio de mínima vergüenza el Jefe del Estado debería exigirle su inmediata dimisión irrevocable. No me sale de ahí y en lo sucesivo, aunque no soy franquista ideológicamente hablando, voy a ensalzar su figura siempre. Como siempre destacaré los crímenes de esta chusma, los que cometieron entonces y justifican hoy, hasta que sean juzgados unos por genocidio, los de entonces, y otros por apología del mismo (los de hoy).



El día que la ONU guardó un minuto de silencio por la muerte de Franco

La asamblea general de la Naciones Unidos izó su bandera a media asta y todos los delegados dieron «muestras de condolencia a la familia y al Gobierno de España» y expresaron «sus sentimientos de profundo pésame por el fallecimiento»

Israel Viana

Madrid 26/09/2019 14:26h

Los obispos critican que se haga un uso «ideológico y electoral» de la exhumación de Franco

El garrafal error de Historia de Pedro Sánchez sobre la entrada de la España franquista en la ONU

Truman: el presidente que en público odiaba a España y en secreto negociaba con Franco


ABC, 21 de noviembre de 1975:

«Antes de comenzar su sesión plenaria de hoy, la Asamblea General de la ONU rindió tributo al fallecido jefe del Estado español, el Generalísimo Francisco Franco, con un minuto de silencio observado por todos los delegados, que se pusieron en pie respetuosamente». En la misma noticia, este periódico detallaba que los máximos mandatarios de la organización habían enviado ya «muestras de condolencia a la familia y al Gobierno de España». Añadían que la bandera de las Naciones Unidas fue izada a media asta y que los presidentes de algunos comités expresaron «sus sentimientos de profundo pésame por la muerte».

Todas estas muestras de respeto se producían menos de 24 después de la muerte de Franco. El mismo tiempo que ha tardado el actual presidente español, Pedro Sánchez, en celebrar la decisión del Tribunal Supremo de avalar la exhumación del dictador del Valle de los Caídos, en la misma Asamblea General de Naciones Unidas donde, en 1975, se guardaba precisamente ese minuto de silencio. «Hemos cerrado simbólicamente el círculo democrático», se felicitó ante las delegaciones del resto de países. «Es una gran victoria de la democracia española», dijo, que pone fin «a un capítulo oscuro de nuestra historia» y saca los restos de Franco «de donde han esposado inmoralmente durante demasiado tiempo».

Tal y como han criticado los obispos este mismo jueves, Sánchez no se ha puesto límites a la hora de hacer un uso «ideológico y electoral» de la exhumación del dictador. Así lo manifestó este jueves el secretario general de la Conferencia Episcopal Española y obispo auxiliar de Valladolid, monseñor Luis Argüello. «La ley de Memoria histórica tiene elementos de justicia a las víctimas que precisan ser reconocidas, pero nos entristece mucho que se haga un uso ideológico y partidista de un tema tan doloroso en campaña electoral», afirmó, antes de preguntar: «¿No es hora ya de mirar hacia adelante y cerrar la reconciliación en lugar de reabrir las heridas?».


El tuit erróneo de Sánchez

De nuevo con la exhumación de Franco como telón de fondo, el presidente del Gobierno publicó el pasado martes un tuit explicando el porqué, según él, España no entró en la Organización de las Naciones Unidas hasta 1955: «España no formó parte de los Estados fundadores de la ONU por estar sometida a la dictadura. Hoy cerramos un capítulo oscuro, iniciamos las labores para sacar los restos de Franco de donde han reposado inmoralmente. Ningún enemigo de la democracia merece un lugar de culto». Un mensaje que, efectivamente, volvía a hacer una interpretación partidista y en el que incurría en varias imprecisiones históricas.

La España de Franco pagó su neutralidad y su no beligerancia activa a favor del Eje con el mismo aislamiento internacional que sufrieron otros países aliados de la Alemania nazi. El hecho de que fuera una dictadura no tuvo nada que ver con que se quedara fuera de la ONU en su fundación. De hecho, aunque Estados Unidos se opuso a esta admisión , lo cierto es que en 1939 ya había reconocido al régimen franquista.

Las razones de su veto también quedaron claras en el comunicado posterior a la Conferencia de Potsdam, en 1945, en el que Truman –recién elegido presidente–, Churchill y Stalin (1) declararon como única razón su posición en la Segunda Guerra Mundial: «Nuestros tres Gobiernos creen que es su deber señalar que no darán, en lo que les concierne, su apoyo a una solicitud de admisión que sea presentada por el actual Gobierno español, el cual, habiendo sido establecido con el apoyo de las potencias del Eje, no posee, en razón de sus orígenes, de su naturaleza, de sus antecedentes y de su estrecha asociación con los Estados agresores, los títulos necesarios para justificar su entrada».

Si la razón hubiera sido, tal y como explica Sánchez en su tuit, que «España estaba sometida a la dictadura», entre las potencias fundadoras no habrían estado tampoco países como la URSS de Stalin o la República Popular China de Mao Tse-Tung, junto a Francia o el Reino Unido. Ni tampoco entre los 50 países que pasaron a formar parte de ella en las misma fechas estarían incluídos mandatarios de dudoso talante democrático como el dictador yugoslavo Tito ni monarquías de corte autoritario como Arabia Saudí, Egipto o Irán.

«Las relaciones con España se normalizarán»

Otra prueba de los requisitos para ingresar o permanecer en la ONU no tuvieron ninguna relación con la forma política del Estado o el régimen de gobierno de los solicitantes, fue que Estados Unidos trataba de establecer las relaciones con España en secreto, mientras vetaba a Franco de entrar en la ONU. El objetivo principal del organismo internacional era y es, de hecho, promover el multilateralismo universal incluso entre países totalitarios.

En diciembre de 1947, el agregado militar español en Washington remitía un telegrama cifrado al Gobierno franquista en el que daba cuenta de una actitud contraria a todos esos vetos públicos y oficiales. El mensaje llegó tras las conversaciones mantenidas por altos jefes del Ejército estadounidense con dicho agregado sobre la «necesidad de mejorar radical y urgentemente relaciones con España». La «secretísima» respuesta del departamento de Estado americano, transcrita con sus propias palabras por el agregado militar español, decía: «Las relaciones con España en todos sus aspectos se normalizarán con toda rapidez, sin ruido ni comunicado a la prensa. Mi informante entiende que sería conveniente que nosotros [España] sigamos una política semejante de discreción en las manifestaciones exteriores durante el proceso de cambio».

Si tenemos en cuenta que Estados Unidos había roto sus relaciones con España poco antes, no es de extrañar que la Casa Blanca quisiera que estas conversaciones no trascendieran a la opinión pública. De hecho, el agregado español señalaba en 1950 que no le «extrañaba nada esta actitud del señor Truman, que puede considerarse como la natural continuación de la comedia que viene representando desde el primer momento». Por eso Franco había autorizado que los militares norteamericanos enviados a Europa y sus familias pudiesen entrar en España sin pasaporte. Y por eso también Truman concedió poco después, en 1951, los primeros créditos al régimen por valor de cientos de millones de dólares, independientemente del régimen político que se hubiera establecido en España tras la Guerra Civil.

«Prosperidad y paz para el futuro de España»

En el artículo de ABC el 21 de noviembre de 1975, se daban más detalles acerca de la actitud adoptada por a mayor organización internacional creada tras la Segunda Guerra Mundial, con respecto a la muerte de Franco: «Aparte de la sesión plenaria de la ONU, en las diversas comisiones de la misma, el presidente de cada una rindió tributo al jefe de Estado español desaparecido, siempre en términos respetuosos y encomiásticos. Cada presidente instó también a la correspondiente representación de España a transmitir los sentimientos de la misma a la familia y al Gobierno español, haciendo también todos ellos votos por la prosperidad y paz para el futuro de España».



https://www.abc.es/historia/abci-gua...1_noticia.html


(1) Vaya tres de la vela, de la vela tres, particularmente la del carnicero último.