Re: Autores pseudotradicionales (Francisco Elías de Tejada)

Iniciado por
Martin Ant
Que un legitimista español tenga que cumplir o acatar a la fuerza la vigencia fáctica de la "legalidad" revolucionaria actualmente existente para poder vivir, no implica que ese legitimista acepte o reconozca la vigencia jurídica o legítima de esa "legalidad".
¿Cómo se puede preparar psicológicamente a un español para una auténtica lucha contrarrevolucionaria, si antes no está totalmente convencido de la total y absoluta ilegalidad y antijuridicidad de la "legalidad" y el "derecho" revolucionarios imperantes?
Precisamente la mejor arma dialéctica de la que gozan los legitimistas es la de la defensa de la ley y el derecho. Si a un legitimista se le dice que las leyes y el derecho españoles del Antiguo Régimen español (o Régimen de Cristiandad español), están ya totalmente extinguidos y enterrados, entonces se le está desarmando completamente para la guerra contrarrevolucionaria. ¿Qué locura es ésa de que, para mejor oponerse a la Revolución, previamente debemos aceptar y someternos a su nueva "legalidad" revolucionariamente inventada e impuesta por ella; que para poder luchar contra la Revolución... antes debemos claudicar y rendirnos a las nuevas "reglas" y al nuevo "derecho" establecidos por ella?
Vamos a ver, para que haya cambios tiene que haber acción, para que la gente "empiece" a entender, a abrir los ojos, hay que prepararlos psicológicamente y preparar el terreno de acción sociológica, y nada de eso se hace quedándose en casa, nada. De verdad, no es tan dificil, y a la gente hay que hablarla en su idioma, incluso en su jerga si hiciera falta, y no con discursos cesarianos que no los entienden y les aburren.
Este es un país en el que todo el mundo habla de todo, pero no entiende de nada. Y cuando se les indica que hay que formarse un poco salen corriendo. En cierto modo, muchos adultos siguen teniendo mentalidades un tanto infantiles. Y desde esos ámbitos de los que hablamos, tan enjundiosos ellos, parece que no han entendido todavía este problema. ¿Sabe usted lo que me respondieron unos alumnos hace unos años acerca de cuando empieza la historia? No lo sabe naturalmente porque no estaba allí, pero debería intuirla: ¡con sus abuelos!. Antes de ellos la vida era en blanco y negro. Y de ahí la permanente actividad revolucionaria de los partidos políticos en las aulas. Eso usted no lo ha vivido, como no lo han vivido en esas etapas los publicistas de la Tradición hoy allí reunidos.
Yo he tenido la oportunidad de deshacer muchos entuertos, pero que probablemente habrá sido en balde, porque después de mi otra vez los eriales intelectuales.
He ahí la única razón de ser de los legitimistas españoles. He ahí la única forma coherente de ser contrarrevolucionario, y, por tanto, genuinamente tradicional. Un legitimista español siempre le dirá a un revolucionario: "toda vuestra "legalidad" es realmente ilegal; todo vuestro "derecho" es realmente nulo de pleno derecho. Yo no defiendo opciones ideológicas caprichosas, ni elijo seguir a personalismos arbitrarios: yo me limito única y exclusivamente a defender la LEY y el DERECHO ESPAÑOLES, NUNCA LEGALMENTE ABROGADOS POR VUESTRA ILEGAL REVOLUCIÓN. Nada más. Así de simple".
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De siempre he sido mucho más simple y tajante: "desde hace 200 años en este país no ha habido nada legal", Y empiezo a relatar qué es el Auto Acordado de 10 de mayo de 1713, y los justifico diciendo que es Tradición porque desde el fallecimiento de la última reina, Doña Juana, habían transcurrido 205 años sin reinas, salvo las consortes. Y continuo hablando de las Cortes de Aranjuez de 1789, para pasar directamente a la Novísima Recopilación de Autos Acordados de 1805, para desmontar a renglón seguido la Pragmática sanción acorde con la... bla,bla,bla falsa de que Don Carlos IV había derogado el Auto de 1713. Y, finalmente, llego a la Constitución vigente que consagra dicho Auto: "Y si no, explicarme´ porqué es rey D. Felipe y no su hermana Elena que es mayor que él"
Cuando llego a ese punto mis oyentes está totalmente entregados.
Pero lo que no puedo hacer es soltarles toda una perorata sobre principios legales, ni la filosofía que ha de alimentar la Historia de los derechos..., porque ese discurso está muy bien para hipnotizar a estudiantes de Derecho con las cabezas llenas de ilusiones con las que llegar a la judicatura o a la fiscalía. Pero a la gente común no se le puede hablar en estos términos, suyos por cierto:
¿Cómo diantres se puede casar o compaginar el hecho de que estos intelectuales ajenos a la Comunión legitimista, quejosos de la situación "jurídico-legal" socio-política imperante, quieran ir a sacar y beber en las fuentes de las legislaciones jurídicas españolas los postulados socio-políticos salvadores y rectificadores de la actualidad política imperante, y, sin embargo, acepten la nueva "legalidad jurídica" socio-política existente y consideren legalmente abrogadas esas legislaciones y derecho prerrevolucionarios de los cuales quieren servirse para obtener y descubrir los susodichos postulados socio-políticos tradicionales españoles? ¿Es que no vé usted la incongruencia de ese comportamiento?
Desde luego, la mayéutica no es el fuerte de estas cabezas pensantes, como tampoco la adecuada pedagogía. Y, sería muy conveniente que haga citas concretas de esas contradicciones, aunque comprendo que la búsqueda puede ser tediosa a la par que discutibles ya que la ciencia que se ocupa de todas estas cuestiones, no es una ciencia exacta y, desde luego, en modo alguno dogmática, tal y como bien señala Francisco PUY.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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