Mas allá que Enrique de Aguinaga haga a un Francisco Franco a "su medida", y a sus reiterados "asombros", como así también a los insólitos "seis testamentos de Franco", (?), lo que me ha impresionado es la maldición -que no conocía- de la Pasionaria y que se viene cumpliendo a rajatabla.
Dios quiera que no se sigan cumpliendo durante todo el tiempo en que lo pronosticó, esa cómplice del padre de la mentira.
Marcadores