Fue Don Alfonso Carlos la persona sin la cual no se hubieran alzado los requetés; los demás no eran sino delegados regios [1]. Además, la Comunión no llegó a ningún acuerdo con Mola, de ahí que fueran puenteados por la Junta Carlista de guerra de Pamplona. Más decisivos fueron el conde de Rodezno o Don Antonio de Lizarza, que fueron los que pusieron de acuerdo a Sanjurjo, Mola y la Junta.Por cierto, aquí a Franco no lo estamos llamando "penoso personaje", así que le rogaría que tenga también respeto por el hombre sin el cual no se hubieran alzado los requetés y nunca habría conocido usted el franquismo que tanto le gusta.
En el apartado estrictamente militar, los máximos responsables de la instrucción y adiestramiento del Requeté fueron el Tte Coronel Alejandro Utrilla y el capitán Ricardo de Rada.
La actuación de Don Javier durante el Alzamiento, consistió en montar y dirigir una oficina coordinadora de la Comunión en San Juan de Luz (Francia), desde donde se dirigían negociaciones con Italia y Portugal en las que se compromentieron aportaciones que luego se materializarían en la ejecución del Alzamiento. Allí se centralizaban las conversaciones entre la Comunión y Mola, y se recibían las órdenes de Sanjurjo. Pero las relaciones entre esta Oficina de Coordinación y la Junta carlista de Pamplona eran muy malas; de ahí que terminaran por pasar por encima de ella en el momento decisivo.
Para que no haya equívocos, fíjense en las condiciones que esgrimió la Comunión a través de dicha Oficina (y que Mola no aceptó); son una reiteración de los acuerdos italianos de 1934:
1) La bandera bicolor, como símbolo de la vuelta a la auténtica y tradicional España
2) DISOLUCIÓN de todos los partidos políticos INCLUIDA LA COMUNIÓN TRADICIONALISTA
3) Estructuración CORPORATIVA de la nación, como fin del Movimiento, conforme a lo acordado en marzo de 1934 con Mussolini por los representantes del Ejército, de Renovación y del Tradicionalismo.
(Martínez Bande, "Los años críticos: República, conspiración, Revolución y Alzamiento", pág: 240)
Es decir, un Estado Nacional CALCADO del que salió al término de la guerra.
[1] En las negociaciones de dichos jerarcas de la Comunión con Mola, éste las llegó a dar por terminadas escribiendo en carta al propio Fal Conde del 9 de julio del 1936: "El Tradicionalismo, va a contribuir con su intransigencia, de modo tan eficaz como el Frente Popular al desastre español".
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