La conclusión de mis dos anteriores comentarios es que a la luz de la evidencia histórica, el común denominador del catolicismo, no produjo una única colonización "católica y latina", opuesta a una única colonización "protestante y anglosajona". Antes bien, la española y la británica acabaron imponiendose en sus respectivas esferas de influencia, bajo las formas clásicas que las caracterizaron (modeladas, sin lugar a dudas, por principios ético-religiosos antagónicos que abogaron por la integración o por la exclusión, del "otro" "no civilizado"). Ahora bien, asumir una postura de inclusión o exlusión no garantiza per se el éxito de la misma: las actividades misioneras de Portugal y de Francia se sitúan en el extremo opuesto del éxito de las empresas auspiciadas por España. Por otra parte, los diferendos religiosos entre los colonizadores ingleses tuvieron poca o nula repercusión en el ámbito misional, pero una muy fuerte en el plano de la política regional y en numerosos aspectos de la vida cotidiana (los principios ético-religiosos de los cuaqueros se trajeron en posturas humanistas que fracasaron en su afán de conciliación entre indígenas y colonos, pero dejaron su impronta en la opinión pública, en la historia de las revindicaciones sociales, y en la defensa de los derechos humanos en los Estados Unidos).
Marcadores