Aunque no te diriges a mí, me gustaría terciar en la polémica con ánimo de conducir a su resolución. Que la política exterior de Rusia nos satisfaga en algún punto, por ejemplo en su apoyo a Asad, no quiere decir que debamos compartir el resto de posiciones rusas en política exterior, por ejemplo su apoyo a la independencia del Kurdistán iraquí, o que debamos guardar silencio cuando esa política exterior les lleva a atacar a España, como es el caso que venimos comentando.
Por mucho que nos caiga bien Putin, debemos denunciar si intenta entrometerse en la política española para favorecer a los separatistas. Lo primero es lo primero. Y esto no quiere decir que dejemos de denunciar otras intromisiones.
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