Revista FUERZA NUEVA, nº 551, 30-Jul-1977
Ni siquiera dignidad
Como es sabido, el grupo de asesinos de ETA, extrañados por el Gobierno Suárez como “premio” a sus acciones criminales, en la más clara y vergonzosa muestra de claudicación gubernamental o de compromiso político antijurídico dada por Administración gubernamental alguna, con total desprecio por los sentimientos de la mayoría del pueblo español, de los familiares de las víctimas y aun por el honor de las mismas Corporaciones que representan muchos de los asesinados por dichos “extrañados”, burlándose del Gobierno y de todo compromiso aceptado, han regresado clandestinamente a España y se han hecho ver en Durango públicamente, sin que hasta el momento de redactar esta “Crónica” sepamos de ninguna lógica reacción oficial en torno a este asunto, aun cuando cabe pensar que el Gobierno tiene escasa autoridad, y aceptará, una vez más, este asunto como “hecho consumado” y dará por buena la declaración etarra de que ellos no han roto compromiso alguno, “pues no han vuelto a España, sino a Euskadi, y no tenían más responsabilidad que la que dimana del juicio, que para con ellos tenga el pueblo vasco”.
Esto, claro, es después de no devolver los dos millones por persona que el Gobierno les entregó para su “instalación en el extranjero”, y que posiblemente tampoco rechacen las sesenta mil pesetas que, según se dice, el Gobierno, igualmente se comprometió a pagarles mensualmente mientras estuviesen fuera de nuestras fronteras.
De todas formas, es esto otra prueba más de la “línea” gubernamental adoptada sobre todo lo que se refiera al marxismo, separatismo y a su postura tolerante con cuanto significa lo que hasta ahora ha representado el enemigo del Estado. Postura distante a la que, a tenor de las muestras que empezamos a conocer y los proyectos en cartera, según nuestros informes, tiene el Gobierno para los meses venideros, para “aplastar los residuos del franquismo militante y de forma especial y concreta aquellas organizaciones políticas de signo nacional y antimarxista denominadas generalmente de extrema derecha”. (…)
Ramón de Tolosa
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