Re: El intento de asesinato de Fal Conde
No tengo las referencias documentales a mano, aunque están dentro de mi biblioteca. De todos modos, cuando yo era pequeño mi abuelo materno me habló de ello, y sí, esa era la idea. S.M. Don Alfonso Carlos se autodenominaba "El Reclamante", y se recogen muchos jugosos detalles en La Familia Rival de Juan Balansó. Periodista fallecido prematuramente, especializado en estos temas de la Casa Real, "Juanista" al cien por cien, no simpatizaba para nada con el actual Jefe del Estado, al que sin tapujo alguno llama en el libro citado: "el usurpador. Mientras no ocultaba una cierta simpatía por el Carlismo. Ello, no obstante, no impidió que incurriese en digamos que algunas inexactitudes. De
cualquier modo, también hay que leer en otras fuentes ajenas.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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