Tema: Revista ‘Fuerza Nueva’: de la muerte de Franco a la Constitución (1975-78)

Confusión y desbandada también en la Falange...

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Revista FUERZA NUEVA, nº 472, 24-Ene-1976 Falange Española Inscritos en Falange Española desde 1936, falangistas hasta morir, hemos, desde aquí sentado claramente nuestro punto de vista respecto a la Falange Española de las JONS, tan traída y llevada desde que, en la madrugada de un 20 de noviembre, se quedó sin un jefe. Un gozoso proceso de reagrupamiento culminó en Alicante, en 1970. Allí estuvimos, pese a todas las persecuciones, con Diego Márquez. Pero aquella ocasión se malogró. Ahora son varios los Círculos José Antonio –al parecer no todos conexionados- los que alzan otra vez la bandera, tras aquella negativa del Consejo Nacional basada en un patrimonio por tantos pisoteado. Si ha de haber partidos, partámonos todos, es el argumento. Quizá no fuera justo que, en el desmadre general que se han empeñado en imponernos, la Falange se quedara fuera con sus Budas y sus misas funerales. Adelante, sí, el llamamiento falangista a la unidad y a las consignas de José Antonio, afirmando que «el “bunker” está en las camarillas financieras». Pero ¿es fiel a la doctrina que se proclama, la afirmación de partido, la adscripción “de izquierda” y todo ese cúmulo de peticiones y afirmaciones de talante liberal, incompatibles con los 27 Puntos de la Falange? Ahí está la pregunta. Se ha introducido ya mucha mercancía averiada bajo la bandera rojinegra. ¡Ni una traición más a nuestros muertos! ¡Falange Española es un antipartido! ¡Falange Española no es de izquierdas ni de derechas! ¡Falange es Falange! Y no tiene vuelta de hoja, so pena de dejar de serlo. José Sánchez Robles

El asesinato (perdón: “la muerte”) de Carrero Blanco fue un "salto adelante”, dice ya la prensa:

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Revista FUERZA NUEVA, nº 472, 24-Ene-1976 Al decano de la prensa De la prensa “continental”, que es el «Diario de Barcelona». Si ustedes no conocen este precioso periódico, no tienen idea de lo que ahora se llama “destape político” o “desmadre”, o cosas que no es correcto imprimir. ¡Y apenas comenzamos! El 30 de diciembre, por ejemplo, en su delantal de su primerísima página nos dice cosas así: “Ambos (discurso del 12 de febrero [presidente Arias, 1974] y discurso de la Corona) han sido posibles sólo tras la muerte de un personaje clave de nuestra historia: tras la muerte, en atentado, de Carrero Blanco, el primero, tras la muerte de Franco, en La Paz, el segundo”. Pasamos por alto que el comentarista I. T. no pierde el tiempo en calificativos como paranoico, vandálico ni brutal al mentar “la muerte, en atentado, de Carrero Blanco”; adjetivos que la prensa guarda para los cristales de las librerías atacadas, excepción hecha de las del Movimiento o así… Más adelante, sigue así: “Y, sin embargo, nuestra historia reciente ha dado DOS SALTOS como consecuencia de DOS MUERTES”. De donde se deduce que el brutal, paranoico y vandálico asesinato del almirante Carrero Blanco dio lugar a un salto. Y no atrás. Porque al final continúa: “…Algo ha cambiado. En este sentido son un paso adelante, pero ya es necesario dar el siguiente: detenerse es retroceder…” ¿Para qué más detalles? Cuando se puede escribir que el asesinato de Carrero Blanco permitió dar un paso adelante y todo lo demás, se puede escribir todo. Impunemente. Algo ha cambiado, cierto: la prensa, cierta prensa, ha perdido cualquier sentido de respeto hacia nada ni nadie que pueda significar Régimen del 18 de Julio, vigente oficialmente en España todavía. Ni el asesinato les hace cosquillas en la pluma, siempre y cuando sea de un hombre del Régimen. De la muerte natural ¿qué caso van a hacer? No se han dado cuenta que el Rey no pronunció la palabra democracia en su discurso de la Corona. Es igual… Atención al aviso de I. T. en el delantal de «Diario de Barcelona»: “En este sentido son un paso adelante, pero ya es necesario dar el siguiente: detenerse es retroceder, y cuando la historia retrocede crece la pretensión de hacerla avanzar a golpes”. El gran golpe, como puede todo el mundo comprobar, fue el asesinato brutal de la calle Claudio Coello, cuyos autores están indultados de antemano: teniendo en cuenta que además se pide amnistía para “los hechos de intencionalidad política”. Lo malo es que a ese gran golpe se respondió con una palabra: serenidad.

(Frases en negrita en el texto; los subrayados son míos)

El separatismo vasco se manifestó, a fines de diciembre del 75, en Guernica, con voces y símbolos antiespañoles y constituyéndose en “Asamblea Democrática de Euzkadi”, al estilo del catalán “Consell de Forces Politiques”. Espectáculo deprimente, tolerado por el cobarde y vendido al postfranquista Gobierno Arias-Fraga...

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Revista FUERZA NUEVA, nº 472, 24-Ene-1976 Sentirse traicionados Los vascos que, como tantos miles de españoles más, luchamos a las órdenes de Francisco Franco en nuestra Guerra de Liberación, en el frente norte –entre ellos el que éste escribe- , especialmente contra los “gudaris” rojos-separatistas que con las armas en la mano, ayudaban al intento de triunfo de los enemigos de Dios y de la Patria, esos “gudaris” que deseaban el desmembramiento de España, desgarrando de su unidad las Provincias Vascongadas, nuestra amada Euzkalerría, nos sentimos traicionados, amargados y rabiosamente indignados al contemplar ahora cómo esos enemigos de España, esos enemigos de la sagrada unidad de la patria, impunemente han salido de sus madrigueras a donde les empujó la derrota, la victoria del 1 de abril de 1939. Ahora nuevamente, en desafío y con nuevas fuerzas para la traición, se reúnen impunemente, se manifiestan libremente con trapos separatistas y símbolos militares, cantan su himno de guerra “Euzko Gudariak”, lanzan gritos de “¡muera España!”, “¡fuera el ejército castellano de ocupación!”, etc. sin que la Fuerza Pública, el Gobierno de la nación, las propias Fuerzas Armadas, supremos guardianes de la unidad de la Patria, al parecer, hagan nada para impedirlo, al menos de forma radical y eficaz, buscando su origen y castigando severamente, al menos, a sus conocidos dirigentes. ¿Qué dirían si pudiesen hablar ahora nuestros muertos? ¿Qué nos dirían, ante lo que sucede, aquellos que, arma al brazo y en lo alto las estrellas cayeron frente a los rojo-separatistas con una boina roja, una camisa azul o un uniforme caqui? Algo tenía que remorder a las conciencias de quienes están en situación de poner coto a todo y ser fieles a sus juramentos. Si no es así, ¿para qué tantos soldados caídos frente al enemigo por una España Una, Grande y Libre –Beorlegui, Ortiz de Zárate, por no citar a más-, el mismo enemigo que ahora hace resonar triunfalmente sus himnos en señal de revancha y de victoria, frente a los que les hicieron morder el polvo de la derrota y consumirse en la rabia de su fracasada, entonces, gran traición a España? ¡Qué vergüenza todo esto para nosotros, los vascos de España! ¡Qué vergüenza, españoles todos! Como acaba de decir el teniente general García Rebull, en el acto conmemorativo del XXXIX aniversario de recuerdo a los caídos rumanos cristianos, (Revista ‘Fuerza Nueva’: de la muerte de Franco a la Constitución (1975-78)) que vinieron a combatir en el Ejército nacional- “tengamos que soportar aquello que nunca pensamos tendríamos que soportar”. Y sobre todo, cuando esta amargura no ha sido impuesta a los fieles en virtud de una victoria, sino en razón de claudicaciones y vergonzosas entregas desde el mismo fortín. Ramón de Tolosa

Para el que no se crea la irrelevancia del separatismo en época de Franco, como curiosidad y como eco del ambiente vasco de la época, compruebe cómo "El Correo Español-El Pueblo Vasco" antecesor del actual "El Correo" en un editorial titulado "Dentro de la unidad de España" rechazaba entonces TODO separatismo de acuerdo, se supone, con sus muchísimos lectores "antieuskadianos", se supone. No cabe apelar a la censura, desaparecida de facto mucho tiempo atrás).
Editorial de dicho diario vasco recogido por "La Vanguardia":

...dentro siempre de la indestructible unidad de la patria común, España, repudiamos una vez más todo intento disgregador sea cual fuere el disfraz con que se nos presenta...

Edición del miércoles, 31 diciembre 1975, página 4 - Hemeroteca - Lavanguardia.es

Un gozoso proceso de reagrupamiento culminó en Alicante, en 1970. Allí estuvimos, pese a todas las persecuciones, con Diego Márquez. Pero aquella ocasión se malogró.

Si ha de haber partidos, partámonos todos, es el argumento. Quizá no fuera justo que, en el desmadre general que se han empeñado en imponernos, la Falange se quedara fuera con sus Budas y sus misas funerales. Adelante, sí, el llamamiento falangista a la unidad y a las consignas de José Antonio, afirmando que «el “bunker” está en las camarillas financieras».

Pero ¿es fiel a la doctrina que se proclama, la afirmación de partido, la adscripción “DE IZQUIERDA” y todo ese cúmulo de peticiones y afirmaciones de talante liberal, incompatibles con los 27 Puntos de la Falange? Ahí está la pregunta. Se ha introducido ya mucha mercancía averiada bajo la bandera rojinegra. ¡Ni una traición más a nuestros muertos! ¡Falange Española es un antipartido! ¡Falange Española no es de izquierdas ni de derechas! ¡Falange es Falange! Y no tiene vuelta de hoja, so pena de dejar de serlo.

Lo que ha quedado claro, es que Falange, sin Franco, se quedó en NADA. Nunca fue este un movimiento de masas, salvo cuando los jóvenes de la JAP engrosaron sus filas en la guerra a ráiz del Decreto de Unificación.

Críticas a la política de orden público del ministro Fraga Iribarne por equiparar y condenar tanto a los defensores de la Patria y de sus principios como a los subversivos que deseaban destruirla.

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Revista FUERZA NUEVA, nº 473, 31-Ene-1976 La paz democrática Que estamos viviendo momentos conculcadores de los ideales y las normas que hasta hace bien poco habían sido legalmente como intangibles e indiscutibles, es algo que nadie puede poner en duda. Los acontecimientos políticos que los españoles, atónitos o indignados en gran mayoría, presenciamos están a la vista. Se suceden las declaraciones contradictorias, y los fundamentos racionales de una ideología que todavía es la legítimamente inspiradora el Estado se ponen en entredicho, cuando no se intentan arrumbar y sustituir por conceptos no solamente ya desfasados en el tiempo histórico […DEMOCRACIA LIBERAL], sino ilegales ante la realidad constituyente […LEYES FUNDAMENTALES] en la nación. Así losconceptos de patria, unidad, libertad y paz, por no citar más, quedan sujetos no sólo a examen, sino a más o menos caprichosas revisiones de las mismas alturas de la Administración. Circunscribiéndonos hoy solamente al sentido concreto de la paz, nos encontramos con las palabras pronunciadas por el ministro de la Gobernación, Manuel Fraga, afirmando que “en un Estado de Derecho, el Poder Público tiene el monopolio jurídico de la violencia”, para añadir después “que no admitirá colaboradores espontáneos y que, en la alteración del orden, la respuesta no distinguirá intenciones ideológicas”, frases, indudablemente, del más rancio sabor liberal y de una intencionalidad política obvia de señalar. Estamos de acuerdo en que es al Estado a quien corresponde en derecho la utilización de la fuerza cuando la paz es alterada y surge la violencia, pero ¿qué ocurre si ese el mismo Estado el que, por razón cualquiera, no utiliza ese monopolio legal de la fuerza y deja que se produzca el desorden y no se cumplan las leyes? Esto, con ser grave, sería mucho más si dicha asepsia gubernamental ante la violencia sirve para la impunidad en la violencia de los mismos enemigos del Estado. Y no lo decimos utópicamente, puesto que bien es conocido cómo, por ejemplo, en la Universidad existe un clima de violencia monopolizado por el marxismo. Igual ocurre en el mundo del trabajo, sin aparente intervención para erradicar este mal social por parte de la Administración, al menos práctica y visible. Asistimos a una violencia ciertamente real de los grupos ilegales que nadie duda es “tolerada” –ver las reuniones no escondidas, lo de Guernica, etc.-, que hace lógicamente, ante la abstención de la autoridad, que otros fieles a la dogmática del Régimen traten de salir en defensa del propio Estado y pretendan, al menos, tener la misma tolerancia en sus actuaciones, en defensa de la legalidad, que los ilegales en sus ataques subversivos. Además, sería necesaria una clarificación del término “colaborador espontáneo”, ya que estimamos que así se puede denominar exclusivamente al que voluntariamente colabora con el Gobierno, y éste acepta –organismos paralelos-, pero no pueden ser tomados por tales aquellos que buscan por espíritu cívico y patriótico (aun a riesgo de su tranquilidad y, por supuesto, de su vida) la defensa a ultranza de los valores permanentes de la Patria, la realidad institucional del Estado y de los principios que lo informan políticamente. La colaboración, por tanto, de los ciudadanos en este sentido no es una violencia reprobable, sino un acto válido y de agradecimiento público, como así sucede en la mayoría de las naciones civilizadas, aun en aquellas de la más pura democracia, según el modelo de la que ahora se nos quiere imponer. Porque, preguntamos ante esta afirmación tajante del ministro Fraga, ¿qué autoridad tiene el Gobierno para castigar o censurar al español que sale virilmente en defensa de la unidad de España, de la bandera ultrajada, de la mujer vilipendiada o del honor del Jefe del Estado insultado? Sinceramente, creemos que ninguna. Como no se puede medir por el mismo rasero la manifestación subversiva que la patriótica o, en el enfrentamiento callejero, aquellos que defienden a España y sus instituciones que quienes la ofenden y tratan de destruir al Régimen. Hay que distinguir la reacción legítima del patriota de la provocación ofensiva del clandestino o subversivo. No cabe aquí la imparcialidad ni razonar en supuestos monopolizadores de la ley y de la violencia. No es lo mismo defender la ley que conculcarla por la violencia y, de este modo, quebrar la auténtica paz ciudadana, dimanante de la realidad de un Régimen instaurado que conforma a un Estado de Derecho como el nuestro […RÉGIMEN DEL 18 DE JULIO]. Claro es que, desgraciadamente, pese a nuestros razonamientos, es muy posible que las cosas sigan por el mismo erróneo derrotero. La fracasada manifestación –el «20 a las 20» de los marxistas- marca también una muestra de cuanto decimos, aun cuando sea en sentido negativo y con espectacular despliegue de fuerzas. El Gobierno se ha mostrado liberal y sólo ha impedido la demostración exterior. No ha querido ahondar y extirpar sus causas y ha permitido la provocación. En una palabra, ha puesto de manifiesto su paz democrática. EDITORIAL

"De momento sólo se pretendía legalizar a los que más tarde legalizarían al Partido Comunista"...

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Revista FUERZA NUEVA, nº 473, 31-Ene-1976 Propaganda socialista y juramento de fidelidad Asistimos con asombro al peligroso espectáculo de que los distintos grupos socialistas, hasta ahora clandestinos, aparecen en extensos espacios de la prensa diaria y de revistas dando a conocer sus programas, sus actividades nacionales e internacionales, los nombres de sus dirigentes y cuanto a éstos les viene en gana decir en forma de entrevistas. Todo, con el único requisito ínfimo de decir previamente que son ilegales; trámite que, además de no costarles nada, hace escarnio del estado de derecho y lo presenta como impotente frente a sus enemigos. Con pretensiones de contrapartida reparadora y tranquilizadora, las mismas autoridades que tales anuncios consienten aseguran que no tolerarán al Partido Comunista. No por ser el comunismo malo, sino porque dicen que no acepta las condiciones del juego democrático; si las aceptara, aun siendo malo, podría pasar y aun triunfar democráticamente, como en Chile. De momento sólo se pretende legalizar a los que más tarde legalizarán al Partido Comunista. Esta distinción entre socialismo autorizado de facto y comunismo proscrito tan sólo por su táctica antidemocrática ocasional es absolutamente sofista… Pero todos los comunistas dicen que al comunismo sólo se puede llegar tras una fase previa de socialismo; así que tienen un largo trecho común con los socialistas… Las repúblicas de la Unión Soviética se llaman “socialistas” y no comunistas. Muchos comunistas no tienen el menor inconveniente en llamarse públicamente socialistas. También es sofista la distinción entre diversas clases de socialismo, porque se trata de disparidad de medios y tácticas, pero no de objetivos, que es al fin lo que importa… Pero hay que insistir sobre esto: la barricada que constituyen las Leyes Fundamentales frente al socialismo no es la simple suma aritmética de una serie de textos…; es la oposición global, en bloque monolítico, de todo un cuerpo legislativo… (Así, el Principio II de la Ley de Principios del Movimiento Nacional dice: «La Nación española considera como timbre de honor el acatamiento a la Ley de Dios, según la doctrina de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana, única verdadera y fe inseparable de la conciencia nacional, que inspirará su legislación»; el Principio VII habla de «Monarquía tradicional, católica, social y representativa»…). La construcción del socialismo, y en grado de tentativa su propaganda, no chocan únicamente con tal o cual texto de las Leyes Fundamentales, sino que necesitan y piden el cambio radical, simultáneo y conjunto de todas ellas; es decir, una subversión en el más estricto sentido de la palabra. De aquí arranca un problema sorprendente y grave: ¿Cómo es posible que este aumento espectacular de la propaganda socialista coincida en el tiempo y en el espacio con la renovación del juramento de fidelidad a las Leyes Fundamentales de todo el “establishment”? Urge pues, que quien sabe y puede, aunque no quiera, explique al pueblo español el alcance de esos solemnes juramentos… Manuel de SANTA CRUZ

Queja formal de órganos oficiales (con bastante ironía) ante el desmadre político-social tolerado por el gobierno Arias-Fraga:

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Revista FUERZA NUEVA, nº 473, 31-Ene-1976 «Es ignorado el imperio de la Ley» Carta del Consejo Local del Movimiento de Madrid al ministro secretario general Excmo Sr.: El Consejo Local del Movimiento de Madrid, en sesión plenaria del 9 del actual, con su carácter de superior representación colegiada del Movimiento en la capital de la nación, se ha hecho cuestión de las expresiones tangibles del discurrir político, económico y social, a partir de la toma de posesión del gabinete Ministerial, y después de un examen minucioso, en el que han intervenido todos los consejeros, acuerda manifestar, con unánime consenso, que en el corto período de tiempo de poco menos de un mes han podido constatarse una larga serie de declaraciones y actitudes inadmisibles por su imprudencia y falta de legitimación, cuando se hacen desde el poder, y afectan a cuestiones constitucionales, o sancionables en todo caso cuando conculcan leyes que nadie con autoridad ha derogado, y se llevan a cabo con profusión y publicidad manifiestas. Con significativa muestra de que es ignorado el imperio de la ley, basta señalar: 1. Ataque frontal a la intangible unidad patria y a los Principios primero y cuarto de la Ley de Principios del Movimiento Nacional, permanentes e inalterables por su propia naturaleza y que todos los investidos de cargos políticos han jurado su más estricta observancia, cuando plenamente tolerados se reúnen no sólo la Asamblea de Euzkadi y el Consell de Forces de Catalunya, que propugnan sin cortapisa alguna, la vigencia de los Estatutos que dieron lugar al Gobierno Vasco y a la Generalitat, sino también quienes pretenden idénticas soluciones para otras regiones españolas e incluso para Canarias. 2. Ruptura del sistema de participación que establece el Principio octavo, cuando toman carta de naturaleza los partidos políticos –se han contabilizado más de 200- con la aquiescencia expresa o tácita de los obligados a actuar en el único sentido posible, que es el marcado por el citado principio cuando dice: “Toda organización política de cualquier índole, al margen de este sistema representativo, será considerada ilegal”. 3. Permanente estado conflictivo y de agitación, que contribuye al deterioro acelerado de nuestra maltrecha economía, que agravará aún más la angustiosa situación de muchos trabajadores en prolongado desempleo (*), con unos síntomas de alianza de la política y el capitalismo, que hará imposible la absolutamente necesaria reforma fiscal, sin otra contrapartida que la huelga, y todo ello, frente al Principio quinto que exige la subordinación al bien común de la nación de cualquier clase de intereses individuales o colectivos; al noveno, que reclama una equitativa distribución de la renta nacional y de las cargas fiscales; y al undécimo, que pide la subordinación de los valores económicos a los de orden humano y social. A estos tres puntos podría sumarse como aderezo toda la gama del más puro espectáculo que va desde la manifestación con puños en alto y cantando la Internacional hasta las falaces peticiones de amnistía, pasando por las actitudes personales de los que hicieron gala del más totalitario de los absolutismos y ahora son paradigma de libertades de salón. No obstante, cuanto queda expuesto, como situación real, no puede marginarse que el Movimiento informa el orden político y el Gobierno determina la política nacional y asegura la aplicación de las leyes (artículos 4.º y 13.º de la Ley Orgánica del Estado), por lo que este Consejo entiende, y por ello lo reclama, que es precisa y urgente una clarificación formal y pública de cuáles son los ejes de marcha y las metas que se pretenden. Carta de un Consejero provincial del Movimiento de Barcelona al Ministro secretario general Barcelona, 13 de enero de 1976 Excmo Sr. don Adolfo Suárez. Ministro secretario general del Movimiento. MADRID Excmo señor: A la vista de la constitución del Consell de Forces Politiques de Catalunya con sus ruedas de prensa en Barcelona y en Madrid y expansión impresa en todos los medios de difusión, al menos de esta provincia, ruego a V. E. se sirva informarme de si el Gobierno tiene conocimiento de la existencia de los Consejos Provinciales del Movimiento en las cuatro provincias catalanas y de los Consejos Locales en cada municipio de las mismas, qué representación considera tienen los citados consejos, así como a cuál de los dos estamentos - Consejos Provinciales del Movimiento o Consell de Forces Politiques de Catalunya- considera legítimo, según la legislación vigente. El que suscribe, consejero provincial del Movimiento de la provincia de Barcelona por elección y en ejercicio de sus funciones hasta 1977, solicita la presente aclaración por si alguna circunstancia que no ha llegado a su conocimiento hubiese variado el “status” político previsto en las Leyes Fundamentales. En espera de verse atendido, se despide de V. E. respetuosamente Fdo. Joaquín MILLÁN LAVÍN Consejero provincial del Movimiento, Barcelona

(*) En 1975: sólo 3,7% de población desempleada; cifra irrisoria para la que sería normal desde entonces, con la democracia.
Comprobar: https://elpais.com/elpais/2015/11/18/media/1447871942_778264.html

Con ironía, se denuncia cómo la combatividad patriótica ya pasa a considerarse subversiva por el gobierno Arias-Fraga:

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Revista FUERZA NUEVA, nº 473, 31-Ene-1976 ESPONTÁNEOS Esto no hay quien lo entienda. Según algunos ministros, tan prolijos en manifestaciones (más de puestas para afuera que para adentro), los comunistas no tienen nada que hacer, los separatistas, tampoco, y no digamos nada de los terroristas, sean de un lado o sean de otro. Pero bueno, como, según un ministro, “el nuevo gobierno no ha venido para abrir las puertas a la subversión” y, según otro, copiando la afortunada frase de S. M. el Rey, “no habrá privilegiados”, para demostrarlo fueron detenidos en Barcelona ocho peligrosos elementos, que, impulsados por su amor patriótico, y con riesgo de sus vidas, tuvieron la osadía de oponerse al partido comunista, con la agravante de que son de la Guardia de Franco. Por si estos hechos fueran poco delictivos, son falangistas de los que luchan en la Universidad contra los enemigos del Gobierno. Por eso, el Gobierno, haciendo uso de sus privilegios, privilegia a estos falangistas manteniéndoles en la cárcel, y, para demostrar más que en España no hay privilegiados, en Mallorca detiene a un falangista de los Círculos José Antonio por una pintada subversiva en la que se decía nada menos que “¡Falangistas, en pie!”. Para demostrar más que en España no hay privilegiados, hemos visto manifestaciones con el puño en alto en plena Gran Vía, Getafe, Villaverde y algún otro sitio. No tenemos noticia de que haya sido nadie detenido y, si acaso, fue puesto en libertad al día siguiente. Toda la prensa ha publicado la reunión de 2.000 separatistas en Guernica, y nadie se ha metido con ellos. Pero para demostrar que en España no hay privilegiados, el Estado gasta y contribuye con millones para enseñar el vasco, mientras en Andalucía y Extremadura, por no citar otras regiones, hay millares de niños sin escuela donde ir. ¡Ay también de los “colaboradores espontáneos”! “Sabremos distinguir entre enemigos y adversarios”. Yo puedo jurar que he quitado y roto varias veces esos carteles inmensos que ponen los comunistas en la Universidad. Y por ello he corrido el consiguiente riesgo, a decir de bedeles, que me aconsejaban no los quitara si quería conservar mi integridad física. Pero la verdad, creía que con ello colaboraba espontáneamente con los funcionarios del Gobierno y no me importaba correr el riesgo. Además, he tenido suerte; nunca se ha metido nadie conmigo. Tanto es así, que el otro día estuve por borrar esos letreros enormes en que se llama hijos de p… a los que están en el poder, pero, como había cerca unos policías no me atreví, no fueran a detenerme por colaborador espontáneo. Entonces, yo me pregunto, ¿por qué tiene el señor ministro [M. FRAGA] ese “mosqueo” con los falangistas y excombatientes, que siempre hemos colaborado con los agentes de la autoridad para quitar los carteles en los que tan gravemente se insulta a S. M. el Rey y al Gobierno…? Delfín FERNÁNDEZ

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Revista FUERZA NUEVA, nº 473, 31-Ene-1976 ¿Sólo la autoridad? El presidente Arias, en su anodino e inconcreto discurso ante el Consejo Nacional del Movimiento, el pasado día 19, ha dicho, entre otras cosas más o menos criticables, que “la autoridad no es negociable”. ¿Qué ha querido decir con ello? ¿Que sólo la autoridad o su prestigio en relación con la cosa pública no es negociable? ¿Todo lo demás sí lo es? Estimamos, queremos creer, que el presidente se ha expresado mal, o sólo parcialmente ha manifestado sus ideas sobre el momento crucial en que está viviendo la Patria. Y lo decimos ya que creemos que Arias Navarro no puede haber querido afirmar esto tan sólo, y que puede dar lugar a erróneas interpretaciones, tales como, por ejemplo, creer que el presidente da al concepto de autoridad un valor por encima de otros permanentes, que en este supuesto que decimos sí podrían ser negociables. Nos referimos, por ejemplo, al honor, la fe, la dignidad, la lealtad al juramento prestado, la fidelidad al ideal, etc., todo ello dentro del plano personal, así como los Principios del Movimiento en su intangibilidad y permanencia, el honor de la Patria, la unidad nacional, por no citar otros. No es negociable, efectivamente, el concepto de autoridad frente a la subversión y la ilegalidad, pero no es negociable tampoco el ideal del 18 de Julio, los Principios que son la base sustantiva de nuestro Estado de derecho, la dignidad nacional y la sagrada unidad de la Patria. Y esto es lo que bien quisiéramos que el presidente, en su discurso ante las Cortes el día 28, nos lo aclarase tajante y claramente. Ramón de Tolosa

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Revista FUERZA NUEVA, nº 474, 7-Feb-1976 ALERTA El sueño-pesadilla del Almirante Carrero ( http://hispanismo.org/historia-y-antropologia/25623-pesadilla-profetica-de-carrero-blanco-volvia-la-democracia-tras-una-amnistia.html ) -escrito por él mismo en marzo de 1946- cobra hoy viva actualidad. Ha recomenzado ya. Pudiera consumarse en pocos meses la catástrofe total de España, si todos los que sustanciamos la unidad ideológica española no depusiéramos toda mira personal –según el maravilloso mensaje póstumo de Franco- y presentásemos excesivas fisuras en la viva lucha que bien a la vista está. Nuestro Rey y nuestro Ejército deben mantener muy tensa vigilancia y la guardia bien alerta. La parlamentarización progresiva del democratismo liberal, el sufragismo inorgánico, y eso tan indefinido que llaman “aperturismo” que es quiebra de toda autoridad, es del todo contrario al interés supremo de España y común de los españoles. Esta convicción está medularmente enraizada en lo mejor de nuestro pueblo. Los importantes hechos históricos que todos conocemos –las honras fúnebres a nuestro singular Caudillo y los hechos sucesorios- se han producido con dignidad y eficacia ejemplares ante la muy indigna Europa del momento actual. Se ha instalado, en cambio, el parcialmente estrenado Gobierno, cuyas figuras más “sensacionales” disgustan seriamente y mucho a más de media España. ¿Por qué? Porque sus “brillantes” personajes –ateniéndose a sus propias declaraciones y andanzas…- traen un “ante todo” de la total metamorfosis española de la “europeización”, justamente en el momento en que las fuerzas dominantes en Europa son las del positivismo jurídico que nada bueno tiene nunca que enseñar. Esto resulta opuesto a la idiosincrasia y a la esencia genuina de lo español, y parece que fuera hoy más bien España la que tuviera la lección política que dar: la siempre actual y válida del realismo cristiano tradicional, más justa y saludable cuanta mayor es la tecnificación. El subdesarrollo político lo tienen ellos no nosotros. Cobra viva actualidad la afirmación unamuniana de que “la solución no es europeizar a España sino españolizar a Europa”. El “ante todo” de algunos de nuestros ministros no debiera nunca ser… sino defender a toda costa –sin bastardos lavados cerebrales- el espíritu y letra de nuestra legítima Constitución. Nada de progresivos deterioros “pequeñitos” que ellos dicen “sin ruptura”… ¿Por qué razón queremos impedir a toda costa el deterioro de nuestra Constitución [LEYES FUNDAMENTALES]? Por nuestra firme convicción de que no se sostendrán la paz, la libertad, la justicia y el progreso real de España en todo ello…, sino sobre la base firme y fecunda de nuestra legítima Constitución [LEYES FUNDAMENTALES]. Su deterioro traerá la ruina, la quiebra. Los enemigos más peligrosos y activos del momento, además del siempre activo comunismo, parecen claramente los que enunciamos a continuación. Primero, la fuerte militancia antiespañola desde Europa de su llamado socialismo “liberal”. Pretenden gobernar ellos España a su capricho y servicio, utilizando la más feroz presión dialéctica, económica, total. Segundo, el acoso vaticanista –injusticia ignominiosa- del momento actual, con la complicidad del parlamento episcopal –salvadas las muy honrosas excepciones- que conoce nuestra historia… Tercero, la traición interna crónica y muy tristemente reavivada, todos los medios de difusión en poder del enemigo y financiados por capital público y privado, voces de amnistía; conatos de ruptura de nuestra Constitución [LEYES FUNDAMENTALES]. con la entronización de partidos políticos; conatos de legalización del socialismo “liberal”, lo cual es ya equivalente y previo a la legalización del comunismo. Y algún etcétera más. EDITORIAL

Lascursivas y corchetes son míos

Más desmanes del diario «Arriba»: ahora, contra un busto del mismísimo José Antonio ¡en el propio local del periódico por él fundado! Descomposición total.

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Revista FUERZA NUEVA, nº 474, 7-Feb-1976 INTOLERABLE, SÍ De intolerable atentado ha calificado Antonio Gibello desde «El Alcázar», el perpetrado por ciertos sujetos contra el busto de José Antonio Primo de Rivera y contra el símbolo del Movimiento, el yugo y las flechas, emblema de la Falange tomado del escudo de España, en donde se espera duren más tiempo que en determinados lugares de la paginación de «Arriba», otrora órgano de FET y de las JONS, hoy no se sabe de quién si las cosas siguen como están. Es bien cierto lo que dice Antonio Gibello, a saber: que el hecho ha sido pudorosamente velado. Y Antonio Gibello ha dicho también, que hay quienes tienen el deber de velar por la pureza doctrinal del patrimonio político falangista, ese mismo patrimonio que se invoca para impedir que exista una asociación legal que se llame Falange Española de las JONS. Y, una vez más, se ha dicho de quienes pueden sentirse irremisiblemente arrastrados a tomarse la justicia por su mano. A tan atinadas expresiones, Cristóbal Páez, director del diario «Arriba», también bajo la muestra de “intolerable”, varapalea a Gibello, le llama torpe y se mete él, sí, en un bunquer de soberbia, desde cuyas troneras lanza la bravata de que a nadie importa lo que ocurre dentro el edificio «Arriba». No, don Cristóbal Páez. El atentado contra José Antonio no puede ser una cosa de orden interno, burocrática ni administrativa. Afecta a toda la Falange. Y como esta noticia es la gota que colma el vaso de la amargura de ver en qué se ha venido a convertir el que fue diario de la Falange, véngase de una vez en quitar el busto de José Antonio de su umbral, en retirar ese ya molesto emblema, en adscribir «Arriba» como diario de información, de debate permanente o de lo que sea a quien quiera adoptar su paternidad, pero olvidémonos todos de que alguna vez fue el periódico fundado por José Antonio, por cuya venta en la calle, sin más amparo que la dialéctica de los puños y de las pistolas, cayeron hombres de bien, falangistas que no pudieron soñar jamás en que su sacrificio serviría para esto. Esto es, aclaremos, “el enquistamiento de la zafiedad comunista en su redacción”, denunciado por Antonio Gibello. Y ante ello, menos rabietas y más nacionalsindicalismo. El Movimiento se demuestra andando. José Sánchez Robles

Ironía ante el cese gubernamental de Carlos de Meer, gobernador civil de Baleares, por el grave delito de haber asistido a un acto de Blas Piñar:

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Revista FUERZA NUEVA, nº 474, 7-Feb-1976 Ante la destitución gubernamental de Carlos de Meer, gobernador civil de Baleares El «Diario de Mallorca» se muestra encantado con el relevo de don Carlos de Meer como gobernador civil de Baleares. Esto ya lo clamaba la perrera hace un año. Ahora serán la mar de felices. Entre los errores crasos del señor gobernador, nos cita “la presidencia de actos ultras como el protagonizado por Blas Piñar”. ¡Fíjense ustedes! ¡Mira que formar al lado de Blas Piñar! ¡Un hombre afecto al Régimen del 18 de Julio! Lo bueno es que el ministro León Herrera estuviera en el cóctel del tercer aniversario de «Cambio-16». Esto es normal. También lo es que el nuevo ministro del mismo ramo de información, Martín Gamero, presida la concesión de un premio al presidente de «Cambio-16», don Luis González Seara, por un artículo penado por el anterior ministro, con el mismo presidente de Gobierno. Un artículo de un señor que dice en su revista de superlujo que, si hubiera dos Españas, la revista entera se exiliaría en bloque a “la otra”. Esto es correcto. Otro error craso de don Carlos de Meer ha sido enfrentarse con el obispo. ¡Con la Iglesia hemos topado, amigo Sancho! Lo correcto es que Jubany se enfrente con el gobernador Martín Villa, en un comunicado “ambiguo” (esta gente afeita muy fino), que el señor Martín Villa tuvo que aclarar… Lo correcto es que Tarancón dé el taranconazo en plena exaltación de Su Majestad, sabiendo que no podía nadie salir a plantarle una lección allí mismo. Lo correcto es que Añoveros se enfrentara al Gobierno de don Carlos Arias Navarro, sabiendo que la total y absoluta catolicidad del Caudillo no dejaría que Añoveros fuera llevado a donde debía haber sido llevado, según nuestro particular modo de ver. Lo correcto es que Suquía abra el Año Santo Compostelano ante el ministro de Justicia, convirtiendo la ceremonia que debía haber sido religiosa en un acto político de petición de amnesia (amnistía). Un servidor aplaude al señor de Meer, al cesar como gobernador civil de Baleares. Ojalá le hubieran nombrado para Barcelona. Si es que se enfrenta con obispos del corro de monseñor Dadaglio, aquí tendría harto trabajo. Incluso quizá hubiera sido capaz de recordar que el 26 de enero era el aniversario de la liberación de Barcelona… Otro error de don Carlos de Meer… es haber insultado a un jefe de gobierno extranjero, que no se dice quién es, pero suponemos será el primer imbécil sueco [Olof Palme], el matarife Echevarría [Presidente de Méjico] o el jefe de gobierno del país más bajo del mundo [Países Bajos]. Lo correcto debe ser que en todos estos países se insultara gravemente a nuestro invicto Caudillo de España y Generalísimo de los Ejércitos, Francisco Franco (q. e. p. d.), sin que ningún maldito miembro de la perrera moviera un milímetro de su pluma. Nosotros aplaudimos a don Carlos de Meer por todo esto, y, además, deploramos que no haya cincuenta gobernadores civiles como él. Ramón Castells Soler

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Revista FUERZA NUEVA,nº 474, 7-Feb-1976 Cartas al Director ENCIERROS EN IGLESIAS ¿Hasta cuándo se van a seguir profanando nuestros templos? Me refiero naturalmente a las ocupaciones de los mismos por parte de los huelguistas con el fin de llamar la atención y de celebrar, en ellos, sus asambleas sindicales. Y esto, con honrosas excepciones, ante la pasividad, silencio, y, en algunos casos complicidad de quienes tienen el sagrado deber de hacerlos respetar para que sirvan para lo que son. Creo que tiene lugar aquí el refrán español de que “no habría ladrones si no hubiera alcahuetes”. Por algo se arriman a las iglesias… Que no por piedad… Tantos casos se están dando, que la cosa se está convirtiendo en costumbre o ley. Como si la repetición de los hechos pudiera legitimar las cosas. ¿Es que para eso rescatamos la zona roja, allá por nuestros años mozos, e hicimos la reparación religiosa oficial de nuestros templos, violados por los rojos, para que ahora, dentro del mismo Régimen (si no es que nos lo están cambiando), se vuelvan a profanar a diario? Entrar allí a hablar, discutir problemas temporales, comer, beber, fumar, dormir… Y todavía que digan algunas de nuestras autoridades eclesiales que se han comportado con corrección… Pero, ¿en qué país vivimos? O ¿hasta qué punto se han oscurecido mentes y conciencias? Yo creía que nuestras iglesias eran, en exclusiva, para orar y dar culto a Dios… ¡Qué pena que nuestros pobres bautizados españoles, por lo menos muchos de ellos, no se acuerden de las iglesias más que para exigir sus presuntos derechos temporales y no las pisen para rezar y dar culto a Dios! ¡Esto sí que debiera impresionar a nuestros obispos y curas, y hacerles reflexionar! ¿Es que nuestra Conferencia Episcopal, con tantas reuniones como tiene, y en tantas cosas como se mete, a veces no directamente eclesiales, no podría dar normas para toda España con el fin de que no se profanaran de esta forma nuestros templos? ¿O es que no está la cosa tan clara en sus privilegiadas mentes? A este pobre cura de pueblo no le cabe la menor duda… ¡Por Dios que para esto no rescatamos la zona roja y restituimos al culto todos sus templos profanados, para que hoy se vuelvan a profanar! De una forma más civilizada, si se quiere, pero al fin profanación… El que no tengan otros lugares, eso no justifica la profanación. Hay caridades que el cura ni puede ni debe hacer cuando es a costa del culto y respeto debido a su Dios y Señor de todos. R. A. MARTÍNEZ, PBRO. Logroño

Es curiosísimo y significativo que nadie se metía con los cuatro militares, ministros de aquel Gobierno Arias que, cabe suponer, compartirían la apertura al sufragio universal, la democracia inorgánica y a los contubernios euro-masónicos de Arias y Fraga. Helos aquí: Vicepresidente primero: general Fernando de Santiago; ministro del Ejército: general Félix Alvarez Arenas, ministro de Marina: almirante Gabriel Pita da Veiga, y del Aire; Carlos Franco Iribarnegaray. Por lo visto o no avisaban ni amenazaban a aquel Gobierno sobre sus perjurios e infidelidades al Régimen o, en cualquier caso, Arias y Fraga no les tenían miedo.

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Revista FUERZA NUEVA, nº 474, 7-Feb-1976 El discurso de Arias a las Cortes El discurso de Arias, más esperado de lo que se esperaba, ha causado conmoción nacional y hasta universal. No era para tanto. Pero resulta que a pesar de todas las promesas aperturistas, democráticas y liberales –reconocidas por propios y extraños- la decepción entre los enemigos de España y del Régimen es grande. «Le Monde», «The Times» y, por supuesto, los gerifaltes de la eurocracia del mandil reprochan a Arias su franquismo, autoritarismo, poca democracia, etc. Y al concierto se añaden los europeístas, libertarios, pornopolíticos, reformistas, retrocambistas, socialistas, democristianos, homologuistas e incluso los Tácitos –que tienen varios miembros en el Gobierno-, quienes, por lo visto, quieren acabar de una vez y para siempre con el Régimen surgido el 18 de julio. Todo les parece poco. Ellos quieren la anarquía. ¿Habrá tomado nota el señor Arias de los verdaderos deseos de quienes aplauden la democratización de España? El Director

El clima político de Barcelona, los domingos, y aun no había Generalitat ni Estatut…

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Revista FUERZA NUEVA, nº 475, 14-Feb-1976 CARTAS AL DIRECTOR Aceptable … El (domingo) 1 de febrero, en Barcelona, pese a estar prohibida una manifestación proamnistía salió toda la chusma a la calle en número superior a los 25.000, procedentes en su mayor parte de esas nefastas y separatistas asociaciones de barrio, esas asociaciones de vecinos que hasta la saciedad han sido denunciadas cuando ya se veía que no eran pacíficas ni patrióticas. Por la tarde, como todas las tardes de domingo, se inició, ¡cómo no! la consabida manifestación separatista, al término de las sardanas de la plaza de San Jaime. Manifestaciones domingueras ya habituales, en las que la fuerza pública no aparece o aparece a destiempo. Sépase ya de una vez que en esas manifestaciones se insulta a España, al Régimen (me refiero al que murió el 20 de noviembre último) y al actual: la Monarquía; pues a esa chusma lo único que le importa es su demencial separatismo racista, ya que entre otras cosas cantan Els Segadors, himno separatista donde se dice, entre otras barbaridades, que “con la sangre de los castellanos haremos tinta encarnada”. Eso lo cantan algunos curas. ¡Calcúlese así quien puede ir a misa! El partido Real Madrid–Barcelona, en el Nou Camp fue una provocación separatista, el recital de Luis Llach, otro tanto; lo mismo que esta semana en Perpiñán. R. O. S. Barcelona

La tradicionalista Hermandad Sacerdotal Española profetiza la catástrofe que se avecina para España

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Revista FUERZA NUEVA, nº 475, 14-Feb-1976 POSTURA DE LA HERMANDAD SACERDOTAL ESPAÑOLA En este instante de España La Hermandad Sacerdotal Española, que agrupa cerca de 7.000 sacerdotes y religiosos de todas las diócesis de España desea hacer llegar a todos los miembros y al pueblo español en general la postura que en este instante de España ha tomado la Junta Nacional (compuesta por la Junta Directiva y todos los presidentes diocesanos) en la reunión celebrada en Madrid el día 15 de enero. Como sacerdotes, somos servidores de la Iglesia y como ciudadanos, servidores de la Patria. Queremos ofrecer a la Iglesia y a la Patria el servicio de unas palabras de alerta ante el momento trascendental que estamos viviendo. Después de invocar la luz del Espíritu Santo, hacemos la siguiente declaración: *** Murió el Caudillo de España, Francisco Franco. He aquí algunos párrafos de su testamento: “Españoles, al llegar para mí hora de rendir la vida ante el Altísimo y comparecer ante su inapelable juicio pido a Dios que me acoja benigno a su presencia, pues quise vivir y morir como católico... No olvidéis que los enemigos de España y de la civilización cristiana están alerta... Quisiera, en mi último momento, unir los nombres de Dios y de España y abrazaros a todos para gritar juntos, por última vez, en los umbrales de mi muerte, ¡Arriba España! ¡Viva España!" Para los miembros de la Hermandad Sacerdotal Española, este testamento, al igual que el pensamiento de Franco sobre España y la Iglesia Católica, serán un recuerdo sagrado y una doctrina perenne en nuestro ministerio sacerdotal. Hacemos nuestros los sentimientos que han expresado en sus honras fúnebres la mayoría de nuestros obispos, y en especial los del cardenal de Toledo y primado de España, don Marcelo González Martín, y el obispo de Cuenca, don José Guerra Campos. Agradecemos a Franco los cuarenta años de paz y progreso que ha dado a España, por cuya unidad y grandeza vivió y murió, y la generosa ayuda que prestó a la Iglesia, como quizá no le prestara ninguno de sus antecesores en la jefatura del Estado. Especialmente le agradecemos haber capitaneado victoriosamente la Cruzada de 1936 contra los enemigos de España y de la civilización cristiana. Apoyamos esta nuestra actitud en la Carta Colectiva del Episcopado Español, de junio de 1937, y en los juicios de los Papas Pío XI y Pío XII, Pontífices reinantes durante la guerra civil de 1936 a 1939, que ellos llamaron Cruzada, sobre el Generalísimo Franco y las huestes que acaudilló durante y después del conflicto. Nos parece superfluo repetir aquí aquellos juicios por ser de sobra conocidos por todos (La Iglesia bendice a Franco). Aprovechamos esta ocasión para reiterar nuestro juramento de honrar perpetuamente el sacrificio de cuantos en la Cruzada ofrendaron sus vidas por Dios y por España, y nos opondremos con todas nuestras fuerzas a que se dilapide la sangre de los 13 obispos, 7.000 sacerdotes y decenas de miles de católicos, mártires de Cristo. No seremos ni perjuros ni traidores. *** Acaba de ceñir la corona de España el Rey Juan Carlos I, que Dios guarde. Ante la nueva etapa de la Historia de España, privada de la capitanía de Franco, prometemos lealtad al Rey Juan Carlos y a sus Gobiernos en la misma medida que ellos guarden lealtad al espíritu de la Cruzada de 1936, de la que arranca la legitimidad de la Monarquía. Confesamos sentir una grave inquietud ante el rumbo que, a los dos meses de desaparecido el Caudillo, están tomando las cosas en la Patria. Hemos tomado nota del acelerado deterioro que se está produciendo en la concordia y en la convivencia nacionales. Si durante casi cuarenta años hemos tenido, mal que bien, una relativa paz interna e íbamos progresando por el camino de la reconciliación tras la trágica irreconciliación de la guerra de 1936, comprobamos ahora que se empieza a resquebrajar la unidad de las tierras, de las clases y de los hombres de España. No analizamos aquí las causas, pero anotamos los hechos. Vemos, además, el gran peligro que corre de ser prácticamente abrogado el segundo de los Principios del Movimiento Nacional, que dice: “La doctrina de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana, única verdadera y fe inseparable de la conciencia nacional, inspirará la legislación de la nación española”. He aquí los principales motivos de nuestra inquietud ante unos peligros que se refieren unos a la Iglesia y otros a la Patria: 1. No olvidemos que en la Asamblea Conjunta de Obispos y Sacerdotes celebrada en Madrid en 1971, más de la mitad de sus miembros votaron una proposición en la que se decía que “pedían perdón por no haber sabido ser ministros de reconciliación en una guerra entre hermanos”. Con ello acusaban a la Iglesia española de 1936 de haber traicionado a Jesucristo y, de rechazo, pisoteaban la sangre de los mártires de la Cruzada. 2. Lamentamos la pasividad de gran parte del Episcopado frente a los grandes desafueros de muchos de nuestros hermanos en el sacerdocio. Desafueros de orden doctrinal en cátedras de seminarios, libros, homilías… Desafueros de orden disciplinar cometidos a la vista de los fieles, a quienes en vez de confirmar en la fe inducen a abandonarla. El rebaño de Cristo, hoy, es prácticamente, un rebaño sin pastores. 3. Advertimos con pena cómo las Asambleas de la Conferencia Episcopal, atentas a problemas sociopolíticos, relegan a un último plano los verdaderos problemas eclesiales. Con ello pierden credibilidad ante los fieles, que quedan sin guía en materias de dogma y sólida doctrina. El pluralismo doctrinal y el democratismo han ido demasiado lejos en nuestra Iglesia y se ha pasado a casi una anarquía. 4. Mientras que se airean por todas partes la libertad y los derechos del hombre, sin hablar de sus límites, se repite en las altas tribunas que hay que salvar a toda costa el orden público. Se olvida que a la represión de la acción perturbadora del orden público debe preceder la represión de la expresión del pensamiento que la origina, porque no delinque, pero su expresión puede delinquir. 5. Estamos gravemente alarmados ante el espectáculo de gran parte de la prensa… con ataques a la religión en forma de afirmaciones heréticas, su frivolidad, y su mal gusto. Basta asomarse a cualquier quiosco para ver proliferar la pornografía. En el orden político, la inclinación a exaltar doctrinas y personas contrarias al Movimiento. Y en el orden personal, desatados odios y envidias, lo cual preludia un trágico futuro. Todo ello supone una traición a los ideales del 18 de Julio y a la Religión del Estado. 6. Importantes universidades se han convertido en nidos de marxismo y en focos de irradiación nefasta en la juventud. Desprestigiadas las asignaturas de Religión y Formación del Espíritu Nacional. Si el Gobierno no acude con urgencia, cosecharemos una juventud con inteligencia dislocada y corazón podrido. 7. Vemos cómo la masonería y el marxismo se reorganizan ante la pasividad de los gobernantes. Recordemos la lección del Caudillo, en su último discurso, dijo que “contra España existe una conspiración masónico-izquierdista en contubernio con la subversión comunista-terrorista”. Resulta sospechoso que la clase política y cierta prensa han hecho caer una losa de silencio sobre tal alerta. Tememos que la masonería se halle ya enroscada en las alturas del cuerpo de la nación. 8. Se abren las puertas de la legalidad a la subversión. Es suicida dar libertad de acción a quienes a quienes desean retrotraernos a la situación anterior a la guerra por ver si consiguen, mediante borrón y cuenta nueva la victoria que entonces no alcanzaron. Si el Gobierno legaliza a partidos de rabioso izquierdismo alimentará la fiera que un día podrá estrangular a España. 9. Los separatismos levantan la cabeza, como recientemente en Barcelona y Guernica con mueras a España. El Gobierno no hemos visto que haya hecho caer sobre ellos el peso de la ley. Por algo se empieza. Por algo decía el sabio latino: “Oponte desde el principio, porque la medicina puede llegar tarde”. 10. La actual campaña por la amnistía indiscriminada no allanará caminos hacia la concordia, sino que será semilla de futuros enfrentamientos. Por ello, aunque aplaudimos el indulto tras la proclamación del Rey, sabiendo ya quiénes y con qué fines inician la campaña, nosotros nos abstenemos de sumarnos. Asunto delicado y peligroso como fueron las anteriores de 1918, 1931 y 1936. Si a esa campaña se han sumado obispos, ayuntamientos y otras entidades, creemos que ha sido… por el secreto deseo de derribar al Régimen. 11. Nos causa sonrojo ver cómo la Europa liberal-capitalista, masónica y marxista que nos combatió en 1936 pretenda enseñarnos el camino de la convivencia y la manera de gobernarnos sin que nadie levante la frente en gesto de dignidad nacional. Más todavía cómo algunos destacados políticos se presentan allí como opositores a “demócratas”, mendigando un aprobado. *** No queremos hacernos cómplices, por una indigna popularidad, del hundimiento de la Iglesia y de la Patria. Confiamos en que Dios, la Santísima Virgen, los santos y especialmente los mártires de la Cruzada velarán y no permitirán que se pierda la fe en España y que la Patria presencie de nuevo una guerra fratricida. Confiamos en que la mayoría de los católicos… abrirán pronto los ojos ante el grave peligro que se cierne sobre nosotros y se aprestarán a defender su fe católica y su querida España… Confiamos en que el Rey que juró: “sobre los Santos Evangelios cumplir y hacer cumplir las Leyes Fundamentales del Reino…”, … cumplirá religiosamente su juramento Confiamos, por último, en que el Ejército, columna vertebral de la Patria, en un caso límite de subversión o traición será fiel al juramento de defender el orden constitucional y los valores permanentes de España, entre los cuales, ocupan lugar preferente los valores de la Iglesia católica.

Sin duda, los tres especímenes más depreciables del politiqueo de la época:

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Revista FUERZA NUEVA, nº 475, 14-Feb-1976 Fraga Iribarne Indudablemente, es la figura política española que más sorpresas nos viene dando… Ahora, en un periódico francés y en declaraciones sobre España, el ministro de la Gobernación nos sale con la tajante afirmación de que “ha sido siempre liberal y que ha estado en todo momento a la izquierda del franquismo”. ¡Qué cosas! Nosotros, respetuosamente, claro, pues no queremos ofender a quien es el árbitro y único tenedor legal del garrote en el “país” tenemos que preguntarle si así se manifestó cuando llevaba puesta la camisa azul, se decía falangista, saludaba brazo en alto y aceptó ser delegado nacional del Movimiento, o si cuando juró su cargo de ministro de Franco le dijo al Caudillo eso de que “era liberal y que estaba totalmente a su izquierda". Aun a riesgo de ser mal pensados, creemos que Fraga “entonces” no decía esas cosas, aunque tal vez porque “entonces” reconocía que si era algo –políticamente, claro- se lo debía a llevar la camisa azul, saludar brazo en alto, glorificar al Movimiento y rendir en cuanta ocasión era necesaria la debida pleitesía al Caudillo Gil-Robles En este cambio permanente de chaquetas, de “ideologías” y de posturas, creemos que Gil-Robles, José María, ex ministro de la República y padre también de la CEDA, el mismo que escribió «No fue posible la paz», se lleva un palmarés de los más altos. Él, que representaba al más auténtico fascismo español, el de las concentraciones de El Escorial, el “jefe”, el que nunca se equivoca, el de sus juventudes, el de la militarización fascistoide, con camisa caqui y esquemas militares de la JAP, es ahora el más tremendo acusador del 18 de Julio, del Movimiento nacional, etcétera. Es quien, mintiendo descaradamente, habla de que en cuarenta años –dictadura de Franco, según él- no se respetaba en España ninguno de los valores de la persona humana. Es el que hoy habla de federalismo en el “Estado español” –porque al parecer le repugna ya hablar de España- y admite en su democracia cristiana a los traidores a la Patria, como son los que militan en el Partido Nacionalista Vasco; cuando años pasados, desde el parlamento atacaba sin piedad al separatismo y sus secuaces. Es decir, cuando “entonces” Gil-Robles se sentía español y en ese tono lo manifestaba. Ruiz-Giménez Si tuviésemos que hacer una apología de traidorzuelos y seres despreciables, de tantos que pululan ahora en nuestra Patria, sin duda alguna el tal Ruiz-Giménez, de profesión sus manifiestos y cerdadas políticas, lograría ser uno de los primeros. ¿Cómo es posible tolerar sin indignarse que este ex camisa azul, ex ministro y ex oficial del Ejército, pueda decir que la República o en la República no se cometió ningún crimen? Esto, aparte de ser una tremenda mentira a sabiendas, es algo tan repugnante que sólo merece que algún hijo de asesinado “por la República o sus servidores” le haga las correcciones necesarias de la forma más directa y personal posible. Nosotros, si hubiésemos tenido esa desgracia en nuestra familia, desde luego le pediríamos explicaciones. Ramón de TOLOSA

En Televisión Española (única entonces existente) ya llegaban aires de cambio…

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Revista FUERZA NUEVA, nº 475, 14-Feb-1976 CARTA A JOSÉ MARÍA IÑIGO Señor presentador de RTVE: Es indignante que a través de RTVE se haya permitido la desfachatez de airear la odisea de un rojo que pasó a Francia en enero de 1939, al final de la guerra de Liberación en Cataluña. Nadie le obligaba a ello. Miles y miles de soldados del Ejército republicano fueron hechos prisioneros, y, previa su lógica depuración –por si tenían delitos de sangre-, salieron al poco tiempo de los campos de concentración en completa libertad. Cuando se marchó aquél no tendría la conciencia muy tranquila, que no venga ahora haciéndose el mártir. Pero, sobre todo, lo más bochornoso es que un medio estatal haya autorizado semejante entrevista, lo que no ha servido más que para hurgar heridas que, por nuestra parte, hace mucho tiempo que las teníamos algo cicatrizadas, nunca curadas del todo. ¿Cómo se pueden extinguir las de los familiares y amigos de los 48 patriotas asesinados en el monasterio de Nuestra Señora del Colell (Gerona), el día 30 de enero de 1939, tras las sacas de las checas de Barcelona, calle Vallmayor, etc? ¿Y también a los familiares del grupo del obispo de Teruel, otros 50, igualmente asesinados en la frontera por aquellas fechas? Por casualidad, ¿no formaría parte aquel elemento de los pelotones de ejecución de aquellos inocentes? Compañero de viaje, al menos, sí que lo era. Y para los caídos por Dios y por España, ni una esquela. Con todo dolor, M. Bercebal D.N.I …