Revista FUERZA NUEVA, nº 477, 28-Feb-1976
Terrorismo
El presidente Arias, durante su penúltima exposición ante las Cortes –antes de las vacaciones estivales [1975]- anunció la remisión de un Proyecto de Ley contra el comunismo. Poco después se promulgaría un Decreto-Ley de prevención del terrorismo, a la vez que los medios de difusión daban cuenta simultáneamente de las normativas similares en vigor, dentro de una serie de Estados extranjeros, a través de una nota oficial donde se ilustraba al español sobre el Derecho comparado al respecto.
Ahora, pocos meses más tarde, también por medio del instrumento jurídico excepcional del Decreto-Ley, se pone término a la vigencia de aquel otro terrorista casi en su totalidad.
Lo más curioso de estos zigzags legislativos, en materia tan trascendental para la tranquilidad colectiva, radica en el hecho de haberse aprovechado la coyuntura del segundo Decreto-Ley para privar a la Jurisdicción militar de la casi entera competencia en materia de terrorismo. De ahí que no se restablece la situación anterior, sino que se interrumpe una larga tradición del Régimen de Franco, que arranca de la Ley de Seguridad del Estado, pasando por la de bandidaje y terrorismo, para llegar al primero de los citados Decretos-Leyes, que atribuía el enjuiciamiento de tales delitos de terrorismo a los Tribunales Militares.
Se vuelve así a un ordenamiento legal casi similar al de 1936, o de la Monarquía liberal, prescindiendo de los ejemplos ofrecidos por el extranjero, divulgados a raíz de aprobar el Decreto-Ley que se deroga parcialmente.
No se sabe cuál será su resultado… De todas formas, la nación ha contraído una inmensa deuda con esos Consejos de Guerra que han sabido, ante delicadísimos casos, impartir certera y ejemplar justicia desoyendo el griterío foráneo de las campañas transpirenaicas y la insidia de la subversión interior, anhelante de que se despojara a los tribunales castrenses de sus atribuciones en materia de terrorismo.
Lo que ya deja atónito es leer -«Ya», de 7 de febrero de 1976- que un miembro del actual Gobierno exponga que la nueva disposición “restablece la garantía de defensa”. ¿Acaso el anterior Decreto-Ley promulgado también durante el mandato de don Carlos Arias no recogía tal garantía?...
ETA, entretanto, no ha tardado en dar réplica con otras nuevas víctimas –¿qué número hacen ya?- caídas bajo los disparos asesinos…
Carlos ONIS
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