Re: Desenterrando a Franco
Pienso que la cuestión va más lejos de lo que afirma Pío Moa. En mi opinión no sólo acabaron con aquella república que ya nació mal -"mal acaba, lo que mal empieza"-, sino que acabaron con cualquier otra opción que en España, dada nuestra ideosincrasia, no pase o por una monarquía al uso de hoy, o por un régimen personalista al estilo del de Franco. Y es que en España cualquier república, sea bajo la fórmula que sea -presidencialista, semi-presidencialista, unionista o federal, representativa, etc.,-, es inviable. La primera república fue un desastre con cinco presidentes en 23 meses, la rebelión del cantón de Cartagena, golpe de Pavía, el pronunciamiento de Martínez Campos, la Tercera Guerra Carlista y la Guerra Cubana de los Diez Años. Y de la segunda ¿qué se puede decir que no se haya dicho ya, tanto aquí, como fuera? pero la experiencia fue tan traumáticamente sangrienta que ha hecho que sea inviable una tercera república, al menos por otras tres o cuatro generaciones más.
Última edición por Valmadian; 02/10/2018 a las 00:09
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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