Valmadian. Por el hecho de defender la doctrina geocéntrica no estoy diciendo ni sugiriendo que los que no la defiendan sean malos católicos o anticatólicos, o sean pecadores, o herejes, o algo por el estilo. No creo que nadie se condene por defender una posición geocéntrica o heliocéntrica.
La única razón por la que defiendo una posición geocéntrica es porque creo que constituye una apologética mejor contra los científicos ateos que, día sí y día también, despotrican inmisericordemente contra la Iglesia Católica. Creo que resulta prudente atacarles con argumentos ad hominem, es decir, atacarles con los argumentos... ¡que ellos mismos pregonan!, sólo que utilizándolos en su contra. Ésa es la razón por la que si un científico ateo afirma (como los muchos ejemplos que he puesto) la equivalencia entre los sistemas geocéntrico-heliocéntrico, entonces se le podría argüir a ese científico ateo que, por tanto, no tendría él razón ninguna para despotricar contra la Iglesia Católica por haber defendido en su Magisterio y en su Tradición el sistema geocéntrico como la interpretación auténtica de las Sagradas Escrituras.
Usted me dice que esta actitud apologética es imprudente porque hace más daño que bien a la defensa de la Iglesia contra sus enemigos científicos ateos. Yo estoy absolutamente en desacuerdo: yo considero que esa táctica o estrategia apologética no sólo es prudente, sino también necesaria. Ésa es mi opinión.
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Quisiera contestar, aunque se trate de un tema que se sale propiamente del de este hilo, lo de que en la sentencia del Tribunal del Santo Oficio supuestamente se dice que Galileo incurre en un error al sostener la doctrina de las manchas solares como verdadera.
Esto no es un tema ni siquiera astronómico o cosmológico, es un tema puramente gramatical.
El texto original de la sentencia y de la abjuración parece que todavía no se ha encontrado:
(…) Pues bien, el texto de la abjuración, firmado por Galileo, no existe (al menos, no es conocido por los especialistas: si alguien lo hiciera público, sería un acontecimiento). Sólo existen copias que las autoridades romanas enviaron a distintos sitios de Europa, para que la condena fuera conocida y sirviera de ejemplo. Por este motivo, cuando Antonio Favaro, que dedicó gran parte de su vida a estudiar a Galileo realizó la magna edición de sus obras completas que sigue siendo, al cabo de un siglo, la referencia principal para todos los estudiosos, no pudo incluir allí el inexistente original de la abjuración y tuvo que contentarse con reproducir una copia. Lo mismo sucede con el texto de la sentencia: no poseemos el original firmado por los cardenales. Favaro incluyó en su edición de las obras de Galileo ambos textos, pero los tomó de una copia que se conserva en el Archivo de Estado de Modena. En su edición contemporánea de los documentos del proceso de Galileo, Sergio Pagano no incluyó la sentencia y abjuración de Galileo, precisamente porque no se conservan los originales, aunque esa omisión significa una grave laguna y ha sido criticada.(…)
Fuente: El caso Galileo: Mito y realidad. Mariano Artigas, William R. J. Shea. Ediciones Encuentro. 2009. Páginas 163-164.
Así que traigo aquí el texto en italiano (que es el que podría tener más visos de ser el idioma original del texto). El extracto correspondiente a las manchas solares dice así:
(…) che il Sole sia centro del mondo et immobile, e che la terra si mueva anco di moto diurno: Che avevi alcuni discepoli, a´ quali insegnavi la medesima doctrina: Che circa l´istessa tenevi corrispondenza con alcuni Matematici di Germania; Che tu avevi dato alle stampe alcune lettere intitúlate delle Macchio Solari, nell quale spiegavi l´istessa doctrina, come vera: Et que all´ obbiezioni, chi alle volte ti venivano fatte tolte Della Sacra Scriptura rispondevi glosando detta Scrittura conforme al tuo senso. (…)
Fuente: Anticopernicus Catholicus seu de térrea statione et de solis motu, contra systema Copernicanum Catholicae assertionis. Giorgius Polaccus. Venecia, 1644.
Con lo cual se puede comprobar que, en esencia, no hay ninguna diferencia con el texto en castellano presentado por Valmadian:
(...) que el Sol está inmóvil en el centro del mundo y que la Tierra se mueve y posee también un movimiento diurno; así como por tener discípulos a quienes instruyes en las mismas ideas; así como por mantener correspondencia sobre el mismo tema con algunos matemáticos alemanes; así como por publicar ciertas cartas sobre las manchas del Sol, en las que desarrollas la misma doctrina como verdadera; así como por responder a las objeciones que se suscitan continuamente por las Sagradas Escrituras, glosando dichas Escrituras según tu propia interpretación; (...)
Repito. Se trata aquí de una cuestión puramente gramatical, así que no tengo reparos en pedir la colaboración de cualquier forero para que, como juez independiente, sentencie sobre este asunto:
1. Valmadian dice que en ese texto de la sentencia, cuando dice: "en las que desarrolla la misma doctrina como verdadera", hay que entender que se refiere a las manchas del Sol.
2. Yo digo que se refiere claramente a lo mismo que se ha estado referiendo en todo el texto: a la doctrina de que "el Sol está inmovil en el centro del mundo y que la Tierra se mueve y posee también un movimiento diurno". Por eso, ésta es la oración a la que se refiere el texto cuando habla sucesivamente de: "mismas ideas", "el mismo tema" y "la misma doctrina".
El texto se está refiriendo a que Galileo expresó esa doctrina (la del Sol inmóvil y de la Tierra móvil) en unas cartas que tenían como tema principal las manchas solares, no que esté considerando las manchas solares como una doctrina falsa.
Esto es, sería como decir: "así como por publicar ciertas cartas sobre la Historia de Roma, en las que desarrollas la misma doctrina (es decir, del Sol inmóvil y la Tierra móvil) como verdadera". O sería como decir: "así como por publicar ciertas cartas sobre el movimiento de la Luna, en las que desarrollas la misma doctrina (es decir, del Sol inmóvil y la Tierra móvil) como verdadera".
Es decir, una cosa es el tema de las cartas (tema que se cita para identificar de qué cartas se está hablando) y otra cosa es que en dichas cartas se hablara de la doctrina del Sol inmóvil y la Tierra móvil, que es la única doctrina a la que se está refiriendo el texto como condenable.
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