El otro problema que veo es que el hecho de hablar de nacionalidades o de naciones culturales obligue a dejar referirse a España como una nación. Suponiendo que hubiese "naciones culturales" en España, por qué no se le puede aplicar el mismo sustantivo al conjunto.
En este punto, Rodrigo, hay una perversión del concepto en el ámbito mediático, que es convertir la "nacionalidad" (sustantivo nominal de adscripción) en "Nación", nombre que evidentemente implica un proyecto político propio y un "destino" propio respecto al resto de comunidades humanas adyacentes. A mí me gusta emplear un concepto difícil, pero que reflexionado tiene bastante sentido: que la Nación está formada por diferentes nacionalidades. Eso para mí es España: una Nación formada por diferentes nacionalidades (en el sentido federativo, que no federal, del término).

Yo no tengo ningún problema en hablar de la Nación Española (y en la misma incluyo claramente a Portugal, porque España es toda la Península), igual que tengo claro que Castilla es una de las nacionalidades culturales que la forman.

Cuando se crea la Real Chancillería de Granada, para los manchegos estaba la Real Chancillería de Granada, no la de Valladolid, que tenía otra jurisdicción. Supongo que debería considerar entonces que los manchegos forman parte de la regionalidad granadina, o algo así.

Pero está bien que admitas que la administración fiscal era por provincias, eso descarta que las supuestas "nacionalidades" o "regionalidades" tengan que ser administradas como entes en su conjunto en base a la tradición.
Yo creo que debe haber una entidad política regional (ya que de lo contrario no tiene sentido hablar de regionalismo ni de regiones), pero eso no quiere decir que haya que centralizar la administración. Cuando uno cree en un territorio, es inexcusable que exista una entidad política que administre ese territorio como un conjunto. Ello no quiere decir centralizadamente, pero sí conjuntamente (no es lo mismo).

Las dos Castillas en conjunto también carecían de materialización jurídica o institucional que las separase como conjunto del resto de territorios. Es más, nunca ha existido un reino independiente que solo incluyese Castilla la Vieja y Castilla la Nueva. Hubiera existido si los castellanos hubiesen sido unos fracasados, como pretenden algunos nacionalistas castellanos, y hubiesen acabado allí la Reconquista y no se hubiesen anexionado nunca a León, a Andalucía, a Aragón, a Granada, a Navarra, a Flandes, al imperio azteca, al imperio inca, etc., por uniones dinásticas o por conquista.
En esto he de disentir totalmente. Castilla nunca se anexionó nada: se compartió el Rey. El trono de León recayó en Fernando III, pero es erróneo decir que "Castilla se lo anexionó". El mediodía peninsular fue conquistado, pero no se integró en Castilla sino que constituyó otros reinos (donde se implantó la ley leonesa) regidos por el mismo Rey. En Flandes al Rey se le recibía como soberano de Flandes, no como Rey de España. Las Indias Occidentales y Tierra Firme se incluyeron en la Corona mediante la forma de Virreinatos, reproduciendo a nivel local el sistema existente en Castilla con algunas particularidades coloniales. ¿Dónde está la anexión? La anexión, en todo caso, es de la Corona, que es quien administra y gobierna los territorios. Castilla nunca se anexionó nada. La Corona se anexionó los territorios atlánticos, incluyéndolos en la Corona de Castilla (del mismo modo que los dominios mediterráneos lo fueron en la Corona de Aragón).

No lo digo por ti, pero no entiendo como se puede ser nacionalista castellano y pretender que Castilla era una tierra oprimida de fracasados que acabó con los comuneros, en lugar de decir con orgullo que Castilla dominó el mundo. Al menos los separatistas catalanes hablan con orgullo de Jaume I y consideran que hasta un pueblecito de Cerdeña forma parte de la "gran nación catalana".
¿Una tierra oprimida de fracasados? Yo no he escuchado a nadie jamás decir eso de Castilla, y conozco a personas de todas las ideologías. Una tierra oprimida, desde luego. Lo fue en 1521, y lo volvió a ser en el siglo XIX con el régimen liberal.