Instrucciones de Alfonso Carlos I al Conde de Rodezno (6 de Mayo de 1934)
Aquí en todo caso, el error (si lo hubiere) es de don Alfonso Carlos, que primero quiere la colaboración con los alfonsinos, y luego da marcha atrás; NO DE RODEZNO.

Alrededor de 1921, cuando fue invitado a un congreso en París, se le preguntó [a Dietrich von Hildebrand] si estaba dispuesto a reconocer que Alemania era la responsable de la primera guerra mundial. Respondió que aunque no tendría dificultad alguna en admitir este hecho, si la historia lo probaba, sus conocimientos eran muy limitados para sostener tal posición. «Yo necesitaría, dijo, tener acceso a los documentos secretos de todos los países que han tomado parte en ella». Luego, se le preguntó: «¿Qué piensa usted de la invasión de Bélgica en 1914?», a lo que sin dudar un momento contestó: «Fue un crimen atroz
Hubo muchos crímenes en la guerra, no todos de los Alemanes........y a don Javier no se le había perdido nada allí.

Respecto al criterio que vuelve a utilizar usted como "prueba del algodón" de la mayor o menor influencia política general que se pueda tener por el hecho de disfrutar de una mayor o menor presencia de diputados en las sucesivas "Cortes" revolucionarias, le reitero lo que le he dicho antes (en referencia al periodo revolucionario alfonsino) sobre dónde se encuentra siempre la verdadera y real influencia política y, en concreto, donde se ha encontrado siempre la verdadera y real influencia política de la Comunión.
La influencia en la política parlamentaria te la da EL NÚMERO DE ESCAÑOS; y NUNCA tuvo más influencia la Comunión Tradicionalista como bajo la dirección del Señor Conde de Rodezno, que la sacó de la ineficacia y de la nada política; ejemplar como español y ministro (pese a su simpatía por don Juan). Porque NADIE ESTÁ A SALVO DE EQUIVOCARSE; sólo el Padre es inerrante.

Un buen Conde de Rodezno es lo que necesitaría el carlismo hoy en día, sin duda alguna.