Esto no es así; los ducados de Borbón Parma, Plasencia y Guastalla y el Reino de Nápoles (en el siglo XIX) son enteramente independientes de la Casa Real Española por más que sus titulares provengan de Felipe V y puedan optar a la Sucesión del Trono Español (algunos de ellos incluso han sido Infantes de España; en un principio lo fueron todos, obviamente). En el caso del de Parma, España los cedió a Francia, posteriormente, por el Tratado de Aranjuez pasa a jurisdicción de los Habsburgo, luego por el de Fontaineblau a María Luisa, para finalmente volver a la rama de Borbón-Parma (pero ya enteramente independientes, sin relación de vasallaje con la Corona Española).Del mismo modo que siempre se ha buscar la coincidencia de legalidad y legitimidad en la rama mayor, así debe ser también en las ramas menores. Si un miembro de una rama menor hace un acto de rebeldía contra su señor legítimo (el jefe legítimo de la rama mayor) eso es causa suficiente de exclusión de su legitimidad, no solamente de su título eventual a la Corona española, sino también de los títulos que posea en acto (aún cuando siga conservando pública y legalmente el título de rama menor que tenía en posesión al momento de la rebeldía).
El Jefe de la Rama mayor de la Casa de Borbón, goza de todos los honores y reconocimientos de su Familia, pero no tiene jurisdicción alguna más que sobre los Títulos de la Corona de España y únicamente podría declarar excluidos a Príncipes que optaran a dicha Sucesión.
Por otra parte, en la carta de don Javier, él mismo escribe:
Aquí se está refiriendo a su hermano don Elías, que falleció en 1959, diciéndole que en su momento aceptó el matrimonio; lo que contradice la versión de su sobrina doña Alicia.El jefe de la rama, duque de Parma, recientemente fallecido, no solamente había aceptado este matrimonio, sino que había reservado, según costumbre, todos los derechos y títulos del padre a la descendencia.
Aquí, INCREÍBLEMENTE, llama Rey a don Alfonso, lo que es explicable si don Javier pensaba que ningún carlista sabría leer en francés su respuesta a l'Aurore. Además, le concede autoridad para juzgar sobre su propio matrimonio como Jefe de la Casa de Borbón..........Por otra parte, el Rey Alfonso XIII, a quien la cuestión no afectaba directamente, guardó siempre excelentes relaciones de parentesco con los príncipes de Borbón Parma y jamás emitió reserva u oposición a este respecto.»
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