No he entendido el anuncio de que varios bancos y empresas catalanas trasladan su sede a Madrid, cosa que les va a facilitar el Gobierno. Supongo que la intención es presionar a los peseteros separatistas para que se echen atrás. Pero por otra parte se puede dar la impresión de que ya está todo perdido y se busca salvar los muebles. Creo que no da buena imagen.
Marcadores