Revista FUERZA NUEVA, nº 517, 4-Dic-1976
¿Para qué la ventanilla?
Con todo respeto preguntamos al Gobierno: ¿Para qué la ventanilla de Gobernación por donde han de pasar los partidos que desean legalizarse de acuerdo con la norma asociativa vigente? ¿Para qué la ley? Preguntas lógicas que los españoles nos hacemos ante la continuidad en la tolerancia, cuando no apoyo por parte de la Administración ante los grupos, asociaciones y partidos políticos que no han querido legalizar su situación asociativa a tenor de la presente juridicidad sobre el caso.
Si va a ser lo mismo la legalidad que la ilegalidad en el juego político que el Gobierno propugna y tan gran interés ha puesto en que se lleve a efecto, no entendemos el motivo de haber presionado tanto, de haber gastado poder, presiones y demás en conseguir la aprobación de la Ley de Asociación Política, la modificación parcial del Código Penal y aun la última de Reforma Política, para medir por el mismo rasero a unos que a otros.
Y decimos todo ello ante la permisibilidad que vemos diariamente de actividades ilegales, de la cual una muestra tan sólo la vamos a tener con la autorización del próximo Congreso del PSOE (renovado), a celebrar en los primeros días del próximo diciembre en Madrid, pese a que dicho ilegal partido ha manifestado reiteradamente su oposición a la legalización de acuerdo con la normativa vigente y ante el hecho, también, de que a este Congreso han sido invitados una serie de elementos de la Internacional socialista bien caracterizados por su oposición no solo al Estado de derecho que representa la legalidad española sino hasta la misma institución monárquica, de la cual no dudan criticar y anunciar su desaparición en el supuesto de un triunfo socialista.
Algo difícil de explicar, la postura de la Administración, que se acrecienta ante el hecho, por ejemplo, en la reciente rueda de prensa -día 23- ofrecida por los ministros de Información y Gobernación, en torno al próximo referéndum, en donde nuestras autoridades declararon, en relación con las facilidades para manifestar su opinión ante este evento por parte de los distintos grupos políticos, que, “a los legalizados, todo; a los no legalizables, nada, y a los legalizables pero no legalizados, lo que en virtud de la estrategia del Gobierno convenga”; monstruosidad jurídica, abuso totalitario, sin duda, esta última opción, ya que con ella la Administración conculca claramente la ley. No hay infracción a medias, ni delito a medias, ni crimen a medias. Puede haber circunstancias modificativas del delito, atenuantes o eximentes. pero el delito existe o no existe, la infracción existe o no existe, y ello no puede modificarse a comodidad gubernativa, a capricho del gobernante o en razón al interés particular del Gobierno.
La Ley es la Ley y solo los jueces pueden interpretarla. El Gobierno puede modificarla por decreto-ley, por ley aprobada en Cortes, pero no cambiarla de acuerdo con sus intereses políticos. Desafortunada, por tanto, y errónea jurídicamente hablando esa “rueda de prensa”, que, en definitiva, no ha hecho más que poner por boca autorizada en público lo que todos sabíamos: la constante conculcación legal por parte de la Administración en cuanto al tratamiento de los distintos grupos políticos no legales se refiere.
Ramón de Tolosa
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