Re: Más allá del humo de Rusia, nos intentan meter una "España Federal" sin soberanía
Un hispanista, un tradicionalista o un carlista jamás pondría en una misma linea estas dos ideas, contrarias a muerte en si. Una impone la tradición, la otra conserva la revolución, y por esto se entiende la justificación del mal menor de los conservadores liberales. Alguien que cita a Miguel Ayuso debería saber esto.
Y alguien que se pone a juzgar lo que dicen otros debería empezar por informarse de qué dicen y por qué., vamos que estás muy al tanto de lo que es el conservadurismo independientemente de las identificaciones que se han hecho después con el liberalismo.
Sobre el conservadurismo y por abreviar:
Orígenes. El conservadurismo fue formulado por vez primera en la obra del político británico Edmund Burke, en especial en su Reflexiones sobre la Revolución Francesa (1790), cuyos principios rechazaba, exponiendo una visión general de la sociedad y de la política.
Principios
En lo social, preferencia por concepciones organicistas o naturalistas de la sociedad y los individuos, en las cuales la ley natural y el derecho natural juegan un papel central.
Valorización de la religión tanto como fuente de cohesión social como sirviendo una necesidad humana profunda.
Preferencia por el «orden» establecido, tanto social como jurídico, lo que se expresa en el Orden público.
Preferencia por las tradiciones como base estable de gobernabilidad.
Preferencia por el Nacionalismo.
Desconfianza por teorías «metafísicas» de la sociedad.- Michael Oakeshott: “Un plan para resistir toda planificación puede ser mejor que lo opuesto, pero pertenece al mismo estilo de políticas”
En lo económico, preferencia por la propiedad privada y la prudencia fiscal.
Sin embargo, el conservadurismo no es, en general, adverso por principio al intervencionismo (generalmente para promover o defender la industria «nacional» o el desarrollo de actividades que se ven como esenciales para el bien o interés nacional. Ver, por ejemplo: Dirigismo y Estado social)
Inicios de la filosofía conservadora
El término «conservador» fue introducido al vocabulario político por Chateaubriand en 1819 para referirse a quienes se oponían a las ideas antecedentes y resultantes de la Revolución francesa o, más en general, a las ideas y principios que emergieron durante la Ilustración, y que en cierta medida planeaban la restauración del Antiguo Régimen.
Esta oposición, que tuvo características específicas en diferentes países, se vio fortalecida como consecuencia de los sucesos de esa revolución y las guerras. Así, por ejemplo Michael Sauter escribe: «Para concluir, el conservadurismo es un producto tanto de los periodos pre-revolucionarios y revolucionarios de Francia. Tiene varios orígenes y apareció en varios países de formas diferentes
Tomado de https://es.wikipedia.org/wiki/Conservadurismo
Última edición por Valmadian; 23/10/2017 a las 03:52
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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