Re: Tentar a Dios (Luis Ortiz y Estrada)
¿Qué "razones" movieron a Franco a considerar a partir de 1948 al representante de la dinastía liberal-revolucionaria como único sujeto válido para dialogar y pactar con él en asuntos tan trascendentales, mientras que al mismo tiempo rechazaba totalmente esa posibilidad con respecto al representante de la dinastía legítima española, teniendo éste que "buscarse la vida por su cuenta" dentro o fuera de España? ¿Por qué esa diferencia esencial de comportamiento por parte de Franco con unos y con otros a partir de 1948? ¿Qué le llevó a partir de entonces a escoger a unos como únicos interlocutores válidos, y a rechazar totalmente toda posibilidad de comunicación, diálogo o pacto con los otros?
Esto que usted dice es falso, y está documentado que lo es.
Lea usted el parecer de alguien de aquí mismo y carlista:
"Si Carlos Hugo, sin necesidad alguna, viendo que no iba a ser rey, destrozó el carlismo aliándose, igual que el llamado Don Juan, con rojos, separatistas y demás ralea, que en nada podían beneficiar al carlismo, ¿qué no hubiera hecho Carlos Hugo una vez subido en el trono para no verse jamás destronado? Para mi Juan Carlos y Carlos Hugo son personajes muy similares, ambos parecían leales al 18-J al principio pero luego resultaron no tener patriotismo ni convicción alguna."
En la # 10 ¿Por qué Franco eligió a Juan Carlos?.
Aparte de ser un tema ya trillado y tratado en este mismo sitio como puede verse, lo que usted plantea es una incoherencia, no al revés como pretende usted hacer pasar. Primero, le acabo de indicar que hay documentación al respecto, y lo cierto es que daba lo mismo elegir uno que otro, ambos revolucionarios y el no electo además declarado: "socialista autogestionario". Y no suelo coincidir muchas veces con el Sr. Rodrigo, pero en esta ocasión sí con su diagnóstico: uno se cargó el franquismo, el otro el Carlismo. Más aún, con relación a Carlos Hugo, la cuestión ya cantaba con su propio padre, como también se ha puesto de manifiesto en este mismo sitio. Además de que ya D. Alfonso Carlos, ni siquiera le reconociese derecho alguno concreto, sino que dejó a Don Javier como depositario, pero no heredero, dejando aparte la posibilidad -remota- de algún derecho al Trono en el Decreto de Regencia, en el que se lee que lo deja como regente.
https://es.slideshare.net/josefermin...gtima-en-espaa
Léanse especialmente las páginas 20 y 21 (el decreto en sí), así como las páginas 31, 32, 33 con las consideracions finales de la propia CTC en 2015, que hay más carlistas que los neonocedalistas de la CT.
En segundo término está la elección en sí misma, algo que debió nacer de las propia reflexiones que hiciera Franco, en las que sopesaría no sólo derechos dinásticos, nada claro en ninguno, sino en las consecuencias futuras y parecía más evidente "a priori" quien se la podía jugar antes, y la respuesta era clara.
Le recomiendo a usted y a quien le plazca que lean algunos de los libros publicados por Juan Balansó, periodista especializado en temas monárquicos y escritor, aunque desaoparecido pronto, los cuales contienen numerosos documentos y que resultan muy ilustrativos acerca de esta cuestión. Principalmente dirigidos a los orígenes, y desarrollo de la cuestión dinástica y tratando sobre las "aventuras" y "desventuras" de Juan Carlos y de Carlos Hugo, diferencias, paralelismos y similitudes. Hay páginas que no tienen desperdicio. Juan Balansó era un juanista que no dudó en calificar de "usurpador" a Juan Carlos, con ese mismo término.
La familia rival y La familia real y la familia irreal
https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Balans%C3%B3
Busque usted en sus páginas por que n ellas posiblemente encuentre incoherente respuesta que busca, aunque es posible que no le guste.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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