Precisando te diré que "no me preocupa" que el nuevo alcalde sea musulmán, sino el hecho de que es una muestra o señal de que van avanzando en su proceso para conquistar Europa. ¿Te imaginas un marroquí como alcalde de Madrid? Pero en esto si hay una diferencia, dicho alcalde londinense se considera a si mismo: "inglés" y "británico" -lo ha dicho él-; es obvio que inglés no puede ser a no ser que hable de la nacionalidad, pero si puede ser británico ya que es pakistaní, es decir, parte de la Common Wealth, y afirma, igualmente que europeo, ¿por qué, por haber nacido en un territorio de Europa? ya estamos ante la discusión del "ius sanguinis vs ius solis", o el "derecho de sangre" o yo soy de donde son mis antepasados, frente al "derecho de suelo" o soy natural de donde he nacido. Esta ya vieja cuestión hace tiempo que debería haber quedado ya resuelta, y así parece admitirlo la teoría política, al afirmar que el derecho de sangre se aplica en viejas naciones y el derecho de suelo correspondería a naciones nuevas o jóvenes, y ya se dirá qué tienen de jóvrenes las naciones europeas. El problema del derecho de sangre es que fue aplicado a machamartillo por los nazis: "Pueblos de la misma sangre pertenecen a una patria común" son palabras de Hitler. Nosotros no somos tan restrictivos, ciertamente, pero si tenemos tendencia a elegir a quien se da estatuto de hispano y a quien no. Históricamente aceptamos como españoles a todos los pueblos que son nuestros ancestros, menos a los árabes, seamos pues claros, siempre negamos ser descendientes de "moros", lo que para una mayoría es cierto, y así se abrieron -y documentaron-, aquí unos cuantos hilos sobre el tema. Tampoco aceptamos de grado posibles mestizajes judíos. Los españoles somos generosos racialmente si somos nosotros los que aportamos, por eso, unido al sentimiento religioso, es por lo que vemos en muchos hispanoamericanos signos de identidad con nosotros -a otros no les hace falta, que los hay de muy diversas procedencias europeas también-.
Respecto a que el nuevo alcalde se haya presentado por el Partido Laborista, tampoco es un signo especial de nada. Recuerdo que en F/N militaron algunos negros -muy pocos, es verdad-, y era mucho más fácil encontrar cubanos. El tema creo que está más en el hecho de que la izquierda, tanto la española como la europea en general, son mucho más proclives a aliarse con los musulmanes de lo que se suele creer. En el R.U. los musulmanes siempre han estado "bien vistos", aunque preferiblemente de lejos, o sea, en sus territorios, y la alianza entre el ámbito anglosajón y el musulmán ha sido hasta objeto de novelas. Por si mismo, el hecho no tendría mayor importancia si no fuera porque el contexto histórico-político actual es claramente de una creciente y preocupante islamización de las sociedades europeas.
Tampoco es que el candidato "tory" fuese una bicoca, es multimillonario, judío, clasista, etc., vamos un "dechado de virtudes" y, por supuesto, tampoco hubiera sido para tirar cohetes un alcalde maricón. Pero al paso que vamos todo se andará, "cosas veredes que farán fablar las piedras", en resumen, que no había por donde tomar el asunto. Lo malo es que todas las imágenes de la toma de posesión del nuevo alcalde están llenas de mujeres con "aires de las mil y una noches", aunque en esta ocasión ni me molesto en poner los enlaces.
El significado del tema es que si eres "xenófobo", palabreja de lo más ambigua, eres malo, malote, sino un fascista, misógino, facha, antidemócrata..., y todas las falacias "ad hominen" que existan en un diccionario de filosofía de la ciencia. Pero si eres un "xenófilo", palabreja que nadie usa por si las moscas se convierte en un término acusatorio también, eres un "superchachiguaydelparaguay", o sea, un gilipollas del culo que acepta lo que le venga sólo porque hable en otro idioma, jerga, o tenga otro color de piel. Pero que está bien visto como pijoprogre que nunca ha trabajado de obrero pero milita en el rojerío subnormal de este país y suelta paridas políticas desde que se levanta hasta que se va a dormir y que cuenta con la bendición de politicarras y chafarderos desinformantes de toda laya y condición. Ser "xenófilo" está de moda, al menos mientras no quiten el trabajo, la casa, la mujer, el marido -¡hay cada morenaza!-, o te digan cómo tienes que ser. Repito, al menos mientras no llegue ese momento, porque para indicio basta con preguntar en septiembre a las mamás que tienen nenes en el cole sobre los servicios de comedor a la hora de las diferencias con los nenes de las inmigrantes, y hay que ver qué pronto se acaban las chachiguays xenofilias.Sobre lo que planteas en el título del hilo, te comento brevemente mi opinión. Creo que la xenofobia es un sentimiento positivo si se sabe encauzar dentro de la doctrina católica. Es sano que un español sienta cierto rechazo contra los extranjeros --contra todos los extranjeros, no sólo contra los de ciertas razas-- y contra las ideas extranjeras. Es casi un deber cívico.
Este es un país de cínicos, las cosas claras.
ES que los tontos en este país tiene doble sentido, que yo me meta con los pijoprogres rojoguays xenófilos, no significa que no tenga en el mismo cajón de sastre a los guaypatrias racialistas europédicos. Siempre que sale este tema, me acuerdo de la anécdota que viví en un tren de cercanías entre Guadalajara y Madrid, cuando en el mismo vagón iban un grupo de nenes de las entonces llamadas "Juventudes Vikingas". Fui hablando con su jefe que me iba contando todas las excelencias arias, pero yo no le hacía mucho caso, porque mi atención estaba centrada en su aspecto, mezcla de "morenito de navaja plateá", y morisco reconvertido en telonero de "zapateao" y castañuela. Y eso te lo dice alguien que según un conocido alemán, tiene "cara de noruego".Este sentimiento no debe confundirse con el racismo que, de hecho, suele ser xenófilo. El racista español se siente vinculado con los ingleses o los alemanes, por compartir tono de piel, antes que con un argentino o un mexicano que son católicos, hablan español y veneran a España como su madre patria. Para el racista los hispanoamericanos son extranjeros despreciables, mientras que los ingleses son compatriotas. Al racista le gustaría borrar las actuales fronteras en nombre de un internacionalismo basado en la raza. En el fondo no se diferencian mucho de los progres. Por otra parte, el racista suele profesar una admiración desmedida hacia los países que él cree que encarnan la pureza racial en cada momento, por ejemplo, los países germánicos, los anglosajones o últimamente los eslavos.
Estoy de acuerdo, de hecho, este país siempre ha sido un xenófobo de cuidado, y se notaba en cada verano cuando los niños guays de las ciudades eran llevados al pueblo por sus papis a pasar las vacaciones. No había chaval del pueblo en edad de aspirar a la mozuela en edad de merecer que no se sintiera celoso y odiase al niñato paliducho llegado de la capital. Y sigue pasando lo mismo entre pueblos vecinos, siempre los otros son los malos. Y en todo ello no hay nada de racismo. Pero eso cuéntaselo a los lustrosos sub-saharianos que nos llegan en pateras, porque es sorprendente lo bien alimentados que se les ve a muchos, además de que no sea nada claro de donde sacan un dinero para llegar hasta aquí, dinero cuya cantidad no tienen muchos españoles, díselo y verás qué pronto te llaman racista. Como si se lo planteas a cualquier musulmán llegado del otro lado de los 14 km del Estrecho, pero que mientras allí tiene que currar y ganan cuatro perras, aquí le dan gratis mucho más. Verás, verás, lo racista que eres.Por lo tanto, el racismo poco tiene que ver con la xenofobia. El racista (del tipo que representa el citado Frente Nórdico) rechaza a nivel teórico y práctico la xenofobia. El racista tiende a ser xenófilo, mientras que el verdadero xenófobo rechaza las doctrinas racistas.
Por cierto, cada vez que alguien me afirme que los ingleses son unos machorros rubios de ojos azules, prometo soltar una estruendosa y sarcástica carcajada...
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