Re: Xenofobia vs. xenofilia

Iniciado por
carlosizaba
Personalmente no me gusta la postura de Patrick Buchanan. Se me hace bastante incompresible el conservadurismo estadounidense. Los que desde mi opinión son auténticos pensadores conservadores en Estados Unidos son Robert Nisbet, Peter Viereck y Russell Kirk, y aún ellos no poseen una base tan sólido como Juan Donoso Cortés o Jaime Balmes. Se podría llamar a Buchanan conservador por su xenofobia, pero el problema es que este sujeto, dentro de su conservadurismo en miniatura, venera a unos Padres fundadores que dieron nacimiento al primer estado liberal en occidente. Recordemos que los Estados Unidos es el primero que se da una constitución política escrita como manifestación de una voluntad popular, constitución que es literalmente laica, sin tomar en cuenta que dichos padres fundadores fueron una manada de masones. El terreno que pisa Buchanan es hecho de arena movediza. Pero aún así, creo que aunque compartes puntos de vistas, tus ideas no son idénticas, y no podrían ser de otra manera. Hacer el paralelismo entre la situación de España y la de Estados Unidos que se está haciendo en la sinopsis que presentas de la obra de Buchanan aunque a primera vista pueda parecer acertada, en el fondo no lo es. España sí realmente tiene una tradición firme que se remonta a los reinos ibéricos que se fueron forjando a lo largo de la Edad Media, es decir, tiene un pasado al que mirar que no esté contaminado por el liberalismo; los Estados Unidos no pueden darse el lujo bajo ninguna circunstancia de hacer referencia a un pasado como el de España, ellos nacieron siendo liberales, y aún siendo conservadores serán siendo liberales hasta la médula. Es irónico que Buchanan no se entere que su país tiene mucho que ver en la desintegración de la cultura occidental de base cristiana.
Se afirma que los genios son capaces de sostener ideas contrarias y demostrar que las dos son auténticas. Yo considero que eso no es más que una estrategia. La razón es que del mismo modo que nadie está en posesión de la verdad absoluta -aunque la verdad como tal sólo puede ser una y no algo parcial-, tampoco hay nadie que esté en el error absoluto. Esto tiene más de meditación metafórica que de certeza, porque cuando se está en la verdad no se puede estar en el error y viceversa. Los mayores logros del Demonio son haber endemoniado a muchos hombres al tiempo de haber hecho creer que no existe y, por si esto fuese poco, que la culpa de todos los males la tenga Dios. Es calamitoso ver a un ateo culpando al Dios cuando no cree en Él.
Te preguntarás a qué viene esto, y es que resulta ser el reflejo de lo que es la sociedad americana. En efecto, USA es un país laico, con una constitución -"Bill of Rigths" elaborada en Filadelfia por un grupo de masones, sin religión alguna estatal y, sin embargo, no hay día que la mayor parte de los americanos desde el presidente hasta el último de la fila que no mencione a Dios, agradezca algo a Dios, bendiga los alimentos a la hora de las comidas, etc., es una gran paradoja. Te sorprende que yo tenga ciertas similitudes con lo que afirma P. Buchanan y, sin embargo, de él no conozco más que lo que se comentó en su momento en los medios de comunicación social. Pero es que hay aspectos que son inevitables. España es un país muy "americanizado", hasta la izquierda más radical tiene usos, símbolos y hasta maneras típicamente americanas. Es decir, esa aculturación que es común en toda Europa Occidental, calado en la vida cotidiana de los españoles. Es la televisión, el cine, la publicidad, la estética, las comidas, todo tiene aires americanos. Peculiarmente en USA hay mucha gente que está adoptando lo mismo pero a la inversa.
Entonces, ateniéndonos a lo que decía Ortega y Gasset, "yo soy yo y mi circunstancia" es inevitable estar impregnado de cultura americana, aunque luego muchos renieguen o afirmen lo contrario. Quienes perciben ese fenómeno son quienes están fuera de éste ámbito y pongo un ejemplo. Hace unos cuantos años realicé un trabajo para una materia en la universidad. Concretamente fue en la etapa en la que se produjo un fuerte rechazo contra el "apartheid" en Sudáfrica. Mi trabajo se centró en el hecho de que mientras el gobierno español de entonces condenó públicamente aquella política, al tiempo que las relaciones diplomáticas quedaron congeladas con una retirada de embajadores, las relaciones comerciales seguían con toda normalidad. En el Ministerio de Comercio en Madrid había una oficina comercial que se encargaba de dirigir, o gestionar, los asuntos de la Cámara de Comercio Hispano-Surafricana. Y sucedía lo mismo en Ciudad de El Cabo, más aún, recuerdo que se me proporcionó hasta un ejemplar editado de su constitución. Yo no hice más que aportar datos, comentarlos, reflejar la paradoja -o el cinismo y la hipocresía de las relaciones entre Estados-, en resumen, lo que es habitual hacer en cualquier trabajo para una asignatura. La respuesta que obtuve fue que yo "tenía la mentalidad de la Administración americana". Inicialmente pensé que aquél profesor era un perfecto idiota que no había entendido nada. Por supuesto le repliqué que antes de emitir juicios como aquél primero debía leer con detalle el trabajo y después conocerme a mi. ¿Qué es lo que pasaba? la respuesta a este enigma es que se trataba de un "profesor" invitado, natural de la República del Zaire (hoy Congo), que estaba estudiando en la Escuela Diplomática y además era marxista por más señas. En España, para la izquierda todo aquel que no sea de dicha corriente ideológica es fascista, o eso o es un imperialista yankee. Cuando le respondes a un rojo y le exiges que defina "fascismo" raramente encontrarás alguno que no se limite a sonreír y balbucear.
En fin, tampoco conozco a Nisbet, Viereck o Kirk, por acá leemos a otros, lo que no significa que muy posiblemente éstos tengan obras traducidas y editadas aquí también. Yo me he educado en la España de la segunda mitad del Siglo XX, bajo un régimen que abominaba de la izquierda, el ateísmo, etc., y que era intenso colaborador de los EEUU. Por tanto, es normal que haya influencias, aunque sean inconscientes.
Última edición por Valmadian; 11/05/2016 a las 00:51
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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