"La mujer nunca es culpable, es víctima", Gallardón dixit
La derecha presenta su gatoparda reforma del aborto
El consejo de ministros del gobierno del Partido Popular aprobó ayer viernes 20 de diciembre su reforma de la ley del aborto mediante un anteproyecto titulado Ley orgánica de protección de la vida del concebido y los derechos de la mujer embarazada. Aunque a tenor de las explicaciones dadas por el ministro Gallardón en rueda de prensa nos sorprende el uso de las palabras protección y derechos en dicho título. Al anteproyecto le queda aun pasar por todo el proceso legislativo.
La ley, de supuestos, pretende sustituir a la actual llamada ley Aido, ley de plazos y del aborto libre en las primeras 14 semanas de gestación, que considera además el aborto como un derecho de la mujer. En general, se habla de una vuelta, aunque con cambios, a la ley de 1985, la aprobada por el gobierno de Felipe González, sancionada por Juan Carlos de Borbón y nunca derogada por los gobiernos de Jose María Aznar, de feliz recuerdo para amplísimos sectores del catolicismo español. Aunque en lugar de 3 supuestos ahora el de malformación del feto quedaría integrado en el de la salud de la madre siempre que hubiera incompatibilidad con la vida, con lo que se reducen a 2 los supuestos.
Estos son los detalles:
- Si existe grave peligro físico o psíquico para la salud de la madre y el embarazo no pasa de la semana 22, la vida del niño no nacido puede ser aniquilada.
- En caso de que la madre quiera poner fin a la vida de su hijo, dos médicos distintos al que practica el aborto y que no trabajen en el mismo centro, tendrán que certificar que la patología genera un grave peligro importante y duradero para su salud física o psíquica.
- Si el supuesto se produce por una malformación del feto “incompatible” con la vida, habrían de aportarse aportarse dos informes médicos, uno que certifique el daño para la madre y otro que certifique que la enfermedad del feto es incompatible con la vida.
- Cuando se trate de un caso de urgencia médica, no hará falta el informe.
- Más allá de de la semana 22 se producirá a un parto inducido puesto que la vida del concebido es susceptible de desarrollarse.
- Si la mujer ha sido violada, lo ha denunciado y el embarazo no pasa de la semana 12, la vida del niño no nacido puede ser aniquilada.
- Si la madre es una mujer de 16 y 17 años es necesario el consentimiento de sus padres o tutores.
- Si hubiera controversia entre ellos, el juez considerará que es válido el consentimiento de la menor salvo que constate su falta de madurez, en cuyo caso resolverá el propio juez atendiendo al interés de la mujer que quiere acabar con la vida de su hijo.
- Se reforma el sistema de consentimiento informado: las mujeres tendrán que esperar un periodo de siete días de reflexión, frente a los tres actuales.
- Se garantiza en cualquier momento momento la objeción de conciencia del personal médico.
- Se prohíbe la publicidad de los centros o de los procedimientos que practiquen el aborto.
- Los médicos que realicen aborto fuera de los supuestos sufrirán penas de uno a tres años de cárcel si hay consentimiento de la mujer, y de cuatro a ocho años si la mujer aborta bajo amenaza o engaño.
- La mujer que aborte queda eximida de cualquier responsabilidad penal, incluso multa, si lo hace dentro de los supuestos.
Respecto al supuesto de malformación del feto “incompatible” con la vida, será el hecho de que esa anomalía cause daño psíquico de la mujer lo que le lleve a la despenalización y no el hecho de que el embrión tenga problemas. Aunque Gallardón dejó para los especialistas qué tipo de problemas fetales son los que puedan causar daño a la madre. Se evita así establecer distinciones entre malformaciones, algo recordado,“expresamente vetado por Naciones Unidas“.
ha recordado Gallardón. El caso es que siempre andan las organizaciones supranacionales masónico-mundialistas de por medio.
Al respecto, también ha dicho Gallardón que“no existen embriones de primera y embriones de segunda”,
aunque no sabemos si opinaría lo mismo un embrión que entrara dentro del supuesto de la violación: ¿sería un embrión de tercera, cuarta o quinta regional?
El Gobierno de Mariano Rojoy asegura que con esta normativa pretende cumplir la jurisprudencia creada por el Tribunal Constitucional buscando un equilibrio entre los derechos del no nacido y de la mujer. La sentencia del año 1985 consideraba al no nacido como un proyecto de vida humana, “un bien jurídico que el Estado debe proteger” aunque en la rueda de prensa Gallardón añadió que“ese bien jurídico no tiene carácter absoluto” por lo que es en este conflicto en el que intenta mediar el Ejecutivo con esta nueva ley. Y es que, efectivamente, el aborto es constitucional según la Sentencia del Tribunal Constitucional 116/1999, de 17 de junio de 1999 (BOE núm. 162. Suplemento. Pág. 72 de Jueves 8 Julio 1999):“los no nacidos no pueden considerarse en nuestro ordenamiento constitucional como titulares del derecho fundamental a la vida que garantiza el art. 15 de la Constitución”.
“Lo que nosotros hemos hecho es garantizar más la aplicación del fallo del Constitucional”,
ha insistido el menestro de justicia, quejándose de que“quien rompió el equilibro en un sistema complejo y sensible fue el PSOE en 2012 e introdujo una forma de legislar contraria a lo que decía el tribunal constitucinal”.
Está claro que el tal tribunal y su constitución al parecer son la medida moral de todo y de todos; católicos por la democracia: apúntense el tanto.
Añadió Gallardón que«Lo que no cabe dentro de este proyecto es hacer depender el valor de la vida del nasciturus de la exclusiva voluntad de la mujer embarazada aún cuando no haya conflicto»,
Desde luego, señor ministro, porque gracias a sus leyes, sus democracias, sus sistemas anticristianos, sus logias, su rebeldía contra Dios ahora la vida de estos niños está en manos no solo de la madre que quiere librarse de su propio hijo, sino de los médicos, de los jueces, de la ONU, del Tribunal Constitucional, etc… En manos de todos menos en las Dios nuestro Señor, creador, dueño y Señor de toda vida humana.
Gallardón ha asegurado también que con esta reforma se cumple uno de sus “compromisos electorales” en materia social. Por tanto, sus votantes católicos podrán estar contentos, con el, con su partido y con sus jefes, del mismo modo que lo estuvieron con Aznar.
Que estén muy satisfechos los católicos pp-votantes ante otra afirmación del ministro en la que presumía que “Por primera vez en la historia de España libera a la mujer de la posibilidad de sufrir cualquier reproche penal. La mujer nunca es culpable, es víctima“.
Gracias a la demagogia de andar por casa del ministro hemos podido comprender que la pobre mujer, una auténtica víctima, es arrastrada por el malvado hijo que lleva en sus entrañas, a la fuerza y en contra de su inocente voluntad, hacia una mesa de carniceros sin escrúpulos en la que, en contra de su inocente voluntad y donde a pesar de los enérgicos esfuerzos por guardar y proteger su mas preciado bien que es el tesoro que lleva en su vientre, unos señores desconocidos la forzarán a facilitar el acceso al que debería ser y de hecho es el mayor santuario de la vida humana, que es el vientre materno, el lugar donde mas protegido debería encontrarse un niño. Pobre mujer, que aborta a su hijo, pobre víctima. Gracias señor ministro por iluminarnos.
En la rueda de prensa Gallardón dijo querer evitar el coladero a través de los supuestos y defendió que el aborto en sí no sea un mero trámite sino que debe estar precedido por una valoración en cada uno de los procedimientos a seguir. Todo esto busca un “consentimiento informado y libre” por parte de la mujer así como encontrar una ley que aporte “seguridad jurídica”.
En definitiva, podremos cambiar el nombre el nombre y hablar de supuestos pero nosotros seguimos viendo que se ponen plazos a la vida de los pequeños en el vientre materno. Tampoco vemos en el fondo muchas diferencias con la ley del 85, y en lo de los coladeros tampoco, señor ministro, aunque deseamos equivocarnos, si bien con eso aun sería muy deficiente esta reforma, pues la única reforma posible es la abolición total del aborto y su severa penalización, madres inclusive, que no por madres dejan de ser culpables sino todo lo contrario.
Y como era de esperar no ha faltado la entusiasta propaganda conservadora, unos lamentablemente hablando de fin de los coladeros, y mas fin de los coladeros, y otros congratulándose por las inanes campañas de firmitas y similares formas de, en definitiva, perder el tiempo y hacerlo perder a los demás.
Según los últimos datos disponibles, en 2011 se produjeron un total de 118.359 abortos en España, un 4,7 por ciento más que en 2010. De ellos, el 65,56% se produjo antes de las ocho semanas, y un 89,58% se llevaron a cabo sin que la mujer alegara motivo alguno para abortar. En un 11,8% de los casos las gestantes tenían menos de 20 años de edad (14.586, casi la mitad que el grupo de edad más numeroso, de 20 a 24 años, que supone el 21,34%).
Que Dios tenga misericordia de España y de los españoles cuando deje caer su mano, aunque le pedimos que lo haga pronto. Oremos en estas fechas contra el crimen del aborto.
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