Revista FUERZA NUEVA, nº 484, 17-Abr-1976
LAS CORRIENTES DE OPINIÓN
Según el señor Fraga son cuatro: franquistas, demo-liberales, socialistas y comunistas
Según el señor Fraga, a quien por su calidad de catedrático de Derecho Político la ciencia se le supone, son cuatro las tendencias de opinión hoy en España: “los antiguos franquistas”, los demócratas y liberales, los socialistas y los comunistas.
Esto debe ser en cuanto al fondo de ideologías y… de categoría nacional, pues en la regional hay muchísimas y en las primeras mucha fragmentación, tanto que se habla de 200 partidos, asociaciones o grupos.
Del muestrario Fraga salen las siguientes consideraciones:
Los llamados franquistas
Sustancialmente son dos sectores. Uno, el que por sentir vivamente el tradicionalismo puede considerarse heredero de los carlistas, excluida la cuestión dinástica del siglo XIX. Y de otra parte los falangistas que sintieron la doctrina de José Antonio quienes nada tienen que ver con los que se proclaman republicanos y socialistas. Ni la república ni el marxismo estuvieron nunca en el pensamiento de aquél ni en el de Ramiro Ledesma.
Además, durante los 40 años en los que el Generalísimo ha ostentado la Jefatura del Estado, se ha creado una corriente de opinión que trata de aunar ambas tendencias y que coincide plenamente con el espíritu que inspiró el Decreto de Unificación de 18 de abril de 1937…
Hundido [Presidente Arias, Ene. 1976] el “espíritu del 12 de febrero” [Presidente Arias, Feb. 1974], está suscitando grandes dificultades para articular las únicas corrientes de opinión que pueden considerarse ortodoxas: las que aceptan en su plenitud la ley de Principios Fundamentales del Movimiento.
Los liberales y demócratas
Resulta increíble pero es verdad que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Liberales sólo, quedan poquísimos; defensores de la monarquía de este signo y algún que otro republicano.
Don Juan Ignacio Luca de Tena (en su libro «Mis amigos muertos») escribió que él y Lerroux eran del mismo partido, el liberal, el de la tolerancia, pese al abismo que les separaba en el fondo.
El primero tuvo que salir de polizón en la primavera de 1936 en un avión francés a la vecina nación.
El segundo asombró a quienes estaban en la frontera portuguesa el 16 de julio del mismo año: comentaron que muy mal debían de estar las cosas cuando don Alejandro se marchaba de España.
Demócratas es el nombre preferido de quienes se agrupan bajo el equívoco signo de la democracia cristiana, que en los años de la República no tuvieron empacho en llamarse “de derechas” (recuérdese la C.E.D.A.). Ahora, por no estar de moda, prefieren llamarse centristas o de izquierdas.
El fracaso terrible del “apuntalamiento de la República” debía haberles enseñado algo… Bien ha explicado don José María Gil Robles que “No fue posible la paz”. Lo malo es que ahora se pretenda otro ensayo que, de no llevar a la misma conclusión, conducirá a la “Pax Soviética”…
El apoyo que antaño les prestaba la jerarquía eclesiástica, hoy no existirá, pues ni estamos en tiempo de Pío XI (el Papa de la “Divini Redemptoris”) ni a la Conferencia Episcopal Española vamos a hacerle ningún caso, al menos mientras se pronuncie en el tono de ciertas últimas y sonadas homilías.
Los socialistas
No hay más socialismo que el de signo marxista… supone la admisión de todo el materialismo dialéctico de Marx y con él la negación de la espiritualidad del hombre. El resultado económico no puede ser más desolador, y el político conduce a la oligarquía de “la nueva clase”.
Por si esto fuera poco, los que peinamos canas recordamos perfectamente los desastres políticos y económicos del bienio Azaña, los asesinatos y depredaciones de Asturias y la época del Frente Popular. Y nada digamos de la zona roja.
Afortunadamente, pude evadirme de la población, de unos 25.000 habitantes, en donde vivía el 18 de julio de 1936. Al volver, pasados ocho días, liberada la población, me enteré de haberse cometido en tan breve tiempo más de 100 asesinatos. Por supuesto que todos o casi todos sin juicio, pero con “unidad de jurisdicción”, la socialista, porque allí comunistas no hubo. Por eso, para mí, socialistas y comunistas son lo mismo.
Los comunistas
Carrillo el de Paracuellos y la Pasionaria (quien predijo a don José Calvo Sotelo que iba a morir con los zapatos puestos) son los exponentes históricos de esta tendencia… No ocultan su deseo de furiosa venganza. Y no basta con recusar a los maximalistas “del otro signo”, pues con la plataforma socialista tienen bastante. Nunca ganarán unas elecciones; pero sí se instalarán en el poder, de admitir al marxismo en la vida política. Y es un craso error de gobernante el pensar que el socialismo canalizará las aspiraciones obreras y evitará que deriven por la vía comunista.
Otras corrientes
Aparte las anteriores, están las de “categoría regional”, más o menos pintorescas. Sin hablar de las ilegales, se encuentran “Consell de Forces Politiques de Catalunya”, “Unión do Povo Galego”…
Conclusión
Para articular la vida política de España, basta y sobra con las opiniones de los grupos políticos del Movimiento. No sólo de los que están ya constituidos en asociación, sino de algún otro que tiene derecho a ello en grado máximo.
… El experimento de lo que podríamos llamar “maximalista de centro”, abriendo las puertas al marxismo en su primera fase socialista, solo puede conducir al hundimiento del Régimen. “ni comunismo ni separatismo”, pero tampoco socialismo. Quien tenga proyectos colectivizadores por exigirlo así la economía nacional o para una más justa redistribución del trabajo, tiene más que suficiente con los textos legales vigentes. Por supuesto, sin pretender una “homologación” con la Europa decadente, que solo puede conducir a una catástrofe a corto plazo.
José ESTEPA
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