Pero seguramente estará encantada con esto otro, un gran paso para la construcción de EURABIA con una "suma de identidades" es decir, ni carne, ni pescado: imaginemos un plato de hígado de cerdo cocinado con salsa de fresas a la nata dulce y adornado con chorizo picante, sobre un fondo de garum y regado con vino de ostras.



El Reino Unido celebra elecciones locales, además de regionales en Escocia, Irlanda del Norte y Gales, con la atención de los medios puesta en la batalla por la Alcaldía de Londres. La ventaja del candidato laborista Sadiq Khan sobre el conservador Zac Goldsmith ha llegado a ser de veinte puntos en los sondeos, y parece definitiva. Este despacho de Reuters recapitula los hitos de ambos candidatos y sus opciones al final de una campaña que se ha ido degradando entre acusaciones mutuas racismo, hasta el punto de que The Guardian se pregunta, en este recuento de los daños, si no habrá sido la más sucia de la historia.

Para Matt Ford, de The Atlantic, su victoria en las elecciones de este jueves será un hito de la política británica y europea. No solo revitalizará el laborismo liderado por Jeremy Corbyn, sino que, como primer alcalde musulmán de la mayor capital europea, sacudirá un continente sumido en el debate sobre la identidad, la inmigración y la integración. Khan define su identidad como una suma de identidades: “Soy un londinense, europeo, británico, inglés, musulmán, de origen asiático, de herencia paquistaní, un padre, un marido”, dijo al New York Times.

El señor Khan, abogado de derechos humanos, exponente del ala más izquierdista del laborismo, hijo de un emigrante paquistaní conductor de autobús, miembro de una familia musulmana humilde y laboriosa que sabe lo que es vivir de realquilados y contar los peniques para llegar a fin de mes, representa la epopeya de la clase trabajadora, frente al otro relato, el del señor Goldsmith, el hijo de una rica familia judía de financieros, el tory comprometido con la excepción británica, que votará por el Brexit en el referéndum del próximo 23 de junio. Si se cumple el pronóstico, la multicultural, creativa, secularizada y progresista Londres ya ha elegido la historia que quiere escuchar. Sadiq Khan será el sucesor de Boris Johnson, un accidente tory en una tradición de alcaldes whigs.

Londres va a convertirse en la primera capital de Occidente con un alcalde musulmán; uno que ha compartido foros con exaltados islamistas, como señala ABC, aunque él, ciertamente, condene hoy sin ambages el yihadismo.

Michel Houellebecq escribió una distopía sobre algo así, pero ambientada en París, y ya ves la que se armó.

Londres tendrá un nuevo alcalde, uno con ideas y amistades peligrosas, sí, pero no por lo que dice su rival ni por lo que, quizá, estás pensando.

Una de las ciudades más prósperas del mundo, una mega urbe de 8,6 millones de habitantes, el centro del capitalismo financiero mundial, una economía que produce 600.000 millones de libras al año, mayor que el PIB de Suecia, elegirá alcalde a un anticapitalista radical, alineado con el socialismo de línea dura del nuevo líder laborista Jeremy Corbyn, político con una inquietante escala de valores, que define a las empresas como “enemigos” y a Hezbollah y Hamas, como “amigos”. El candidato tory Goldsmith recuerda algunos de estos inquietantes registros en esta tribuna de opinión para Daily Mail. También mencionó que, si bien su rival laborista repudió a su compañero de filas, el exalcalde de Londres Ken Livingstone, por unas recientes declaraciones en las que sostuvo que Hitler apoyó el sionismo, Sadiq Khan respaldó al mismo Livignston en otro antecedente de antisemitismo, cuando, en 2006, descalificó con términos racistas a un periodista judío. Es esta la clase de cosas que deberían inquietarte del próximo alcalde de Londres.– V. Gago

[Con información de Bloomberg, Reuters, The Guardian, The Atlantic, The New York Times, Daily Mail, en inglés; ABC, en español]


Y luego hay quien duda que el Apocalipsis está cada vez más y más cerquita, a la vuelta de la esquina, vamos.