Por cierto, me he fijado en esa firma tan pequeña, pero que dice tantas cosas, "El Mestizo". La cuestión es que yo también soy un mestizo, pero mi mestizaje es diferente. En mis raíces personales hay orígenes latinos -de los de antaño, o sea del Lacio-, celtas (osco-umbros por más señas), vascos (lo que soy y por lo que soy tenido), franceses (del Bearn, al otro lado de Los Pirineos navarros) y hasta se colaron dos ingleses.

Es sabido que poblaciones puras, e individuos puros, hay muy pocos y, en cualquier caso, se trata de grupos aislados en un mundo que hoy está totalmente interrelacionado. Pero la Geografía sigue siendo un factor determinante. La Península Ibérica, que no es pequeña precisamente dentro de la pequeñez relativa de Europa pues suma una superficie de casi 600 mil kilómetros, está incrustada entre dos continentes y ha sido tierra de paso desde siempre. Aquí han recalado desde fenicios y griegos hasta vikingos. Los españoles son la suma de íberos, celtas, fenicios, cartagineses, griegos, romanos, suevos, alanos, vándalos, visigodos, árabes, judíos, franceses, alemanes, suizos, y hasta en Andalucía japoneses en Sevilla y una población negra en Huelva. En cambio, ¿qué mestizajes ha habido en los países escandinavos?

Naturalmente, no existen homogeneidades y según qué región los mestizajes tienen unas características u otras. En los fondos de Hispanismo existen varios hilos que tratan sobre las poblaciones. Incluso uno de ellos trata sobre los resultados de unas investigaciones llevadas a cabo en Inglaterra en cuyas conclusiones se determina que las poblaciones primitivas del Sur de dicho país, y las poblaciones de la Cornisa Cantábrica tienen el mismo origen. Y pasa algo similar entre las poblaciones del Sur de España y algunas poblaciones del Norte de Marruecos, particularmente la zona de Tánger.